Los resultados de este estudio, en el que se analizó el ADN de más de 37.000 europeos, son prometedores para avanzar en la lucha contra la obesidad y alejan la controversia que giraba en torno a una posible base genética de la enfermedad.
Los científicos aseguran que no hay duda de la certeza de los resultados, según el Instituto Estadounidense para la Investigación del Genoma Humano.
En concreto, los científicos han descubierto que las personas que presentan dos copias de una variante del gen FTO, situado en el cromosoma 16, son 1.67 veces más propensos a padecer obesidad (un 70% más de riesgo) que aquellos que no tienen ninguna mutación.
Aunque menor, el riesgo también era alto en los pacientes analizados que presentaban una única mutación en el gen.
Los resultados de su estudio mostraron que quienes portaban dos copias de la variante genética pesaban, como media, tres kilos más que el resto. Y esta doble mutación estaba presente en alrededor del 16% de los niños y adultos analizados.
Otros estudios ya habían sugerido la existencia de un componente genético en la obesidad, aunque ningún trabajo había conseguido resultados concluyentes.
Hallazgo casi por casualidad
Los investigadores estaban trabajando en un estudio sobre la base genética de distintas enfermedades cuando descubrieron que muchas personas que padecían diabetes presentaban una variante del gen FTO. Al contrario que otros genes relacionados con esta enfermedad, esta mutación no parecía actuar sobre la producción de insulina, sino sobre el peso.
Con el objetivo de saber si esta misma variante del gen actuaba sobre el índice de masa corporal de otras personas no diabéticas, los investigadores analizaron más de 37.000 muestras de ADN de varias regiones europeas.
En todos los casos, se demostró una asociación clara entre la mutación del gen y el peso.
Hasta el momento, no sé conoce cómo influye esta variante genética sobre el índice de masa corporal de las personas, pero según afirman los investigadores, estos resultados puede abrir nuevas líneas de investigación.
Pese a todo, este hallazgo no significa que haya que abandonar la dieta y el ejercicio para luchar contra la obesidad. Aunque esta enfermedad tenga un componente genético, la mayoría de los obesos que existen hoy en día lo son porque consumen más calorías de las que queman.
En las últimas décadas, se ha triplicado el número de niños obesos y las tasas de sobrepeso en adultos continúan incrementándose. Y la obesidad es un importante factor de riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2 o los trastornos cardiovasculares.