Vamos de lo sublime a lo ridiculo, en una especie de carrera a ver quién dice o comete el mayor disparate en busca de los votos para ganar las elecciones de Mayo del año que viene.
Los lideres se plantean unicamente la necesidad, algunas veces risible, de defender a su candidato, cuando no atacando al otro, encontrando negativo todo lo que hace o dice el opositor, en un raro ejercicio de la política que más bien parece el de ir despretigian- do, cuando no queriendo poner en ridiculo a los otros.
Resulta a todas luces negativo, cuando no anti-político, anunciarle al país que se van a oponer a todos los prestamos, comenzando por aquel que es para seguir la construcci-ón deL Metro, una obra en avanzada etapa, de la que viven directa e indirectamente miles de dominicanos, y que no será lo que sus enemigos han dicho, y nadie, ni los ge-nios del PRD, ni nadie, ha dicho que vamos a hacer con lo trabajado.
Otra es la afirmación del jefe de campaña del Presidente reeleccionista que dice que Vargas Maldonado es peligroso porqué habló de privatizar precisamente el mismo Metro, y lo acusa de poder provatizarlo todo si llega al poder, precisamente un dirige-nte y funcionario de un gobierno que en el pasado, para desgracia nacional en muchos sentidos lo vendió y privatizó todo, y que en el presente anda por los mismos negati-vos caminos del ayer, repitiendo sus propios errores.
Creo que una cosa y la otra es ir de lo sublime a lo ridiculo, cuando el poís tiene gran-des males, y peores retos inmediatos, y amenazas de alteración de la paz, entre otros muchos problemas.