Me gusto el slogan del precandidato del PRSC Eduardo Estrella: “Que me devuelvan mi país”. Realmente el gobierno del PLD ha cambiado la imagen alegre y fiestera de nuestro pueblo; ahora vemos un malecón, una avenida España, los miradores y parques apagados, solos, que da miedo pasar por ellos al anochecer. El famoso “nueva york chiquito” ha cobrar forma al aparecer unos graffiti alusivos a la campaña del Presidente, ese fantasma que esconde la cara a sus ciudadanos y enseña a los jóvenes a pintar paredes.
Por Dios, hasta que punto llevara el gobierno a los ciudadanos de nuestro país. Usted sabe lo que salir prácticamente corriendo de los centros de diversión a las 12 de la noche como si hubiese, insisto, un toque de queda. Policías en carros con sus luces recorriendo las calles de los barrios avisando que ya son las doces, ¿Qué es eso sino un estado de sitio?
Una cosa es educar, oigan bien señores del poder morado, una cosa es educar y crear las condiciones para que los jóvenes y padres de familia logren, trabajando, el sustento de sus familias y los gastos de estudios y otra, muy distinta es, verse obligados a pedir, robar y matar para comer. Pero las prioridades en las cabezas de los morados esta invertida, como es posible que al “Síndico de oro” de la capital dominicana se le ocurra hacer un helipuerto en el malecón, o sea una inversión multimillonaria teniendo a medio talle la Avenida Duarte, los mercados que dan pena y problemas serios de recogida de basura en los sectores populares.
El presupuesto del Ayuntamiento del Distrito Nacional no puede estar al servicio de los caprichos de su incunvente, ¿porque no es tan desprendido y hace un politécnico grande y bien amueblado en la zona norte de la capital, entre los barrios Capotillo, Espaillat, Gualey, Luperon y Guachupita; para comenzar una labor de formación de esos miles de jóvenes que no tienen como salir de la pobreza que no sea adquiriendo una profesión para integrarse a la “modernidad” que pregona el gobierno peledeista?
Insisto, el país no puede seguir el rumbo trazado por el actual gobierno, que poniéndose de espalda a las necesidades principales del país, se ha aventurado a construir un tren que se esta tragando el presupuesto de Salud, Educación y Seguridad; ese tren ha dejado a todos los dominicanos atónitos. El país no puede seguir dejándose enredar por la campaña mediática del gobierno en la cual se sigue endiosando al mandatario en su sapiencia y honorabilidad, cuando dice cientos de cosas y hace otras cientos muy diferente.
Los representantes del pueblo en el congreso no deben continuar siendo levanta manos para lo que someta el presidente, mientras sus comunidades languidecen por falta de iniciativas de desarrollo reales, por a la ausencia de programas efectivos de combate a la delincuencia; por la ausencia de inversión en el campo para el desarrollo de sus comunidades; los congresistas no pueden dejar que ese cuerpo representativo de la voluntad popular vuelva a ser una caricatura de las “eras” pasadas.