Maya Picasso, hija del pintor, y Diana, una de las nietas, comparecieron ayer ante el juez instructor que investiga el robo de las obras "Maya la poupée", de 1938, y el "Retrato de Jacqueline", de 1961, sustraídos en la noche del pasado 26 de febrero de un apartamento parisiense.
La idea de ofrecer una recompensa no es una recomendación de los abogados de la familia, que en el mismo diario aseguran ser contrarios a esta práctica. Pero ante el bloqueo de la investigación, la hija y la nieta del pintor podrían dar este paso. Los cuadros, invendibles en el mercado del arte, no estaban asegurados, por lo que los ladrones podrían encontrarse ante un botín de difícil gestión, ya que tradicionalmente en este caso son las aseguradoras las que pagan para no verse obligados a desembolsar las primas a los propietarios. |