El canciller dominicano Carlos Morales Troncoso dijo ayer, durante la XIII Reunión ministerial del Grupo de Río y la Unión Europea, que es al pueblo haitiano al que corresponde protagonizar los cambios que se requieren para que la democracia y estabilidad llegue al vecino país y elogió los avances que ha tenido en materia de seguridad. “No creemos en acciones impuestas, sino en la consulta directa, grupal o por países, con los actuales dirigentes de la sociedad haitiana. Un plan creíble de desarrollo, con expectativas de éxito real, necesariamente deber ser el resultado de una consulta abierta y respetuosa con el pueblo y gobierno haitianos. Ellos están llamados a ser los protagonistas de los cambios que se requieren para que la democracia y el progreso echen raíces en Haití,” aseguró
El diplomático afirmó que “con Haití hay un compromiso histórico. Con optimismo, tiempo es que lo asumamos plenamente. En esa tarea, impostergable ya, les aseguro que los dominicanos estaremos a la vanguardia”.
Aseguró que el Gobierno Dominicano, en lo inmediato, se propone renovar la invitación al secretario de Relaciones Exteriores de Haití, Renalde Clerismé para renovar y activar la Comisión Mixta Domínico-Haitiana, a fin de establecer en cuáles áreas específicas puede colaborar con el haitiano. “Nuestro interés es que determinemos en forma conjunta qué personal o recursos dominicanos podemos aportar a nuestros vecinos,” manifestó.
Es tiempo, sostuvo, de “pasar de la palabra a los hechos, convencidos de que el éxito de Haití también es el nuestro.”
Morales Troncoso expresó que el Gobierno Dominicano está a la espera de que se le informe de qué forma y con cuáles recursos el país podría ayudar y apoyar a la recuperación de Haití, que dijo presenta signos de optimismo.
“Ya se ven los frutos del trabajo delicado y efectivo, no obstante el peligro, de la fuerza de paz de la Organización de las Naciones Unidas. Hay señales evidentes de una mejor seguridad y descenso de la criminalidad rampante que se evidenciaba en bastiones de muerte en barrios de la capital haitiana,” dijo Morales Troncoso.
“Esta XIII reunión del Grupo de Río y los países miembros de la Unión Europea ocurre en el momento más adecuado para revisar y evaluar el tema haitiano y buscar las vías más adecuadas para que la comunidad internacional participe activamente en la solución de los problemas aún vigentes”, declaró.
El funcionario indicó que ya se puede apreciar, en su justo valor, la gestión del pasado gobierno provisional y los avances obtenidos en términos de estabilidad política y pacificación “gracias al acertado tino del Presidente Preval y el apoyo financiero de los países amigos de Haití, cuyos aportes empiezan a sentirse de forma concreta”.
“El Presidente Preval –hay que insistir– ha manejado las dificultades con notable inteligencia, tolerancia y sabiduría, apoyado por el trabajo digno de encomio que ha realizado la MINUSTAH. No obstante la persistencia de serios problemas, hay señales que nos permiten mirar hacia el futuro con optimismo y confianza. La situación actual de Haití es mucho mejor que cuando se adoptó la Declaración de Luxemburgo hace ya dos años,” dijo el jefe de la diplomacia dominicana.
De acuerdo con Morales Troncoso, la fragmentación de la sociedad haitiana, la ausencia de un clima adecuado para las inversiones y la consecuente creación de puestos de trabajo dignos, permanentes y adecuadamente remunerados, son obstáculos para la recuperación plena.
A su juicio, es lógico esperar que la sociedad haitiana se esfuerce aún más para restablecer los lazos de solidaridad comunitaria y recuperar los valores que hicieron de Haití la nación fuerte y vigorosa que precedió a todos los latinoamericanos en la conquista de la independencia.
Aclaró que ese esfuerzo será “insuficiente” si la comunidad internacional no suma fuerzas para la creación de las bases para restablecer una economía viable y sostenible en el tiempo. “Es importante que la solidaridad internacional se traduzca, en una primera etapa, en la reconstrucción de la infraestructura básica, como son la rehabilitación del sistema vial, canales y obras auxiliares de riego, la reconstrucción y construcción de escuelas y provisión de maestros para fortalecer la educación prima, universal y gratuita,” destacó.
“Otra área en la cual la cooperación internacional se perfila imprescindible,” agregó, “es la rehabilitación del sistema de salud pública, ya sea hospitales, dispensarios, centros de vacunación y clínicas rurales. También hay un amplio espacio para pequeñas fuentes de generación de electricidad y, por supuesto, la reforestación y protección del medio ambiente”, manifestó.
El canciller llamó a los representantes del Grupo de Río y la Unión Europea a unirse “en el propósito común de devolver a Haití la vitalidad perdida,” para que “los haitianos cuenten con los medios adecuados para mantenerse en pie y lograr el control de un destino democrático”.
Sin la restauración de una estructura física mínima, aclaró, “será imposible que los capitales haitianos refugiados en el exterior, así como otros inversionistas, puedan ser atraídos a las zonas francas industriales de exportación. Pero tampoco el turismo, otrora una importante fuente de empleos e ingreso de divisas, podrá tener posibilidad alguna. La estabilidad política, sin una mejoría apreciable de la economía, será siempre efímera”.