ALMA ATA, Kazajstán, 20 abr (IPS) – El ex ministro de Relaciones Exteriores de Afganistán, Abdullah Abdullah, advirtió que el gobierno de Hamid Karzai padece "defectos de visión estratégica" que impiden afianzar la seguridad en el territorio nacional.
Entrevistado por IPS en ocasión del Foro de Medios de Eurasia, que concluirá este sábado en la sudoriental localidad kazaja de Alma Ata, Abdullah, canciller entre 1998 y 2004, dijo que la falta de atención del gobierno de Karzai hacia varias provincias empobrecidas posibilitó el resurgimiento en ellas del movimiento islamista Talibán.
Esta organización dominó la mayor parte del territorio afgano entre 1996 y 2001, cuando fue depuesto por una coalición internacional encabezada por Estados Unidos.
IPS: ¿Cuánto progresó Afganistán en estos últimos cinco años?
ABDULLAH ABDULLAH: El país podía –y debía– estar mucho mejor ahora, cinco años después de la caída de Talibán. Hemos recorrido un largo camino, pero los problemas de seguridad, gobernanza y desarrollo económico todavía son serios.
–¿Qué es exactamente lo que salió mal?
–De algún modo, dimos por sentado el apoyo del pueblo y de la comunidad internacional y no prestamos suficiente atención a los asuntos del pueblo. Continuamos manejándonos de la manera habitual.
–¿A qué se refiere cuando habla de una falta de visión estratégica?
–Me refiero a asuntos de gobernanza relacionados con la falta de una visión clara sobre hacia dónde debería ir el país y cómo lograr que el pueblo se involucre. El gobierno no implementó ninguna visión estratégica.
Hay muchas preguntas sin respuesta sobre las operaciones del gobierno, y la gente no está satisfecha con su desempeño y sus programas.
–¿Qué falta?
–Coordinación. Aún entre las autoridades afganas y sus aliados extranjeros, la coordinación ha sido inadecuada. Pienso que todos los involucrados, afganos y la comunidad internacional, deberían revisar la situación y los avances.
Sobre la base de las lecciones de los últimos cinco años, deberían definirse nuevas estrategias para involucrar al pueblo en todo sentido.
–Pero el gobierno de Karzai debe haber hecho algo bien, ¿o no?
–Al gobierno le doy crédito por una cosa: haber hecho que el pueblo y ex señores de la guerra ingresaran al proceso político en lugar de embarcarse en nuevos ajustes cuentas en el campo de batalla. Pero, incluso aquí, la participación popular en el proceso fue escasa.
–¿Cuál es el gran desafío para Afganistán ahora?
–Uno de los mayores desafíos que el gobierno de Karzai no logró afrontar de modo adecuado es el de la seguridad. En los últimos meses, la seguridad se deterioró en varias zonas de Afganistán se deterioró, y Talibán y (la red terrorista) Al Qaeda intensificaron sus ataques contra las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Todavía es un problema importante que la principal seguridad en el país radique en la presencia de fuerzas extranjeras, con la excepción de algunos policías y efectivos militares afganos que fueron entrenados a tales efectos.
–¿Cuán seria es la amenaza planteada por el resurgimiento de Talibán?
–Talibán tiene un completo control de varios distritos del país. Aunque aún son pocos, el mero regreso de los antiguos enemigos debería hacer sonar mucho más fuerte la alarma.
–Karzai culpa a Pakistán del resurgimiento del Talibán. ¿Usted también?
–Muchos de sus dirigentes están en Pakistán. Circularon persistentes versiones sobre contactos secretos del gobierno de Karzai con Talibán para incorporar el movimiento en el gobierno y en el proceso político. Pero esas gestiones fracasarán por la posición de Talibán sobre muchos asuntos.
Como organización militar y política, Talibán tiene una agenda que, en muchos puntos, es contraria a los principios del sistema democrático y de la Constitución afgana.(FIN/2007)