HOUSTON, TX. ABRIL -Parece que el “loco” anda suelto en los Estados Unidos, a escasos días que un estudiante de una universidad de Virginia asesinó a 32 de su pares, un empleado de una compañía que trabaja para la NASA se atrincheró el viernes en un edificio en el Centro Espacial Johnson, y mató a tiros a un rehén y se suicidó, informó la policía.
Según la reseña de AP un segundo rehén, una mujer, escapó con heridas leves.
William Phillips, de 60 años, pudo introducir un revolver de cañón corto a través del sistema de seguridad de la NASA y se atrincheró en el edificio, donde se encuentran sistemas de comunicaciones y seguimiento del transbordador espacial, dijeron las autoridades.
Al igual que las autoridades del centro universitario, luego de la tragedia el vocero de la NASA, Doug Peterson, dijo que la agencia revisará sus mecanismos de seguridad.
El rehén muerto fue identificado por la NASA como David Beverly, un servidor público que trabajaba para la agencia. Beverly, quien recibió un disparo en el pecho, al parecer murió "en los primeros minutos de la crisis', dijo la policía.
Una segunda rehén, identificada por la NASA como Fran Crenshaw, escapó luego de haber sido atada a una silla con cinta adhesiva metálica, dijo el capitán Dwayne Ready.
El atacante, empleado de la firma Jacobs Engineering, de Pasadena, California, se disparó en la cabeza más de tres horas después de iniciado el incidente, indicó la policía. Informes iniciales indicaron que dos tiros fueron disparados alrededor de las 1:40 p.m. y se escuchó otro alrededor de las 5 p.m.
John Prosser, vicepresidente de Jacobs Engineering, confirmó que el atacante era empleado de la firma, pero se negó a dar detalles.
Mike Coats, director del Centro Espacial Johnson, indicó que Phillips había trabajado con la NASA durante 12 ó 13 años, y que "hasta hace poco, había sido un buen empleado'.