Muchos dominicanos, viven sin esperanza, solo saben que existen porque respiran el aire que gracias al creador es común para todos. Por eso cada vez que tengas la oportunidad darle gracias desde que te levantas por ese gran chance, porque es una de las cosas más maravillosas con que contamos y del cual no tenemos todavía que pagar, hasta que no se le ocurra la idea brillante a uno de nuestros genios de la política, que quieren sacarle provecho a todo.
Todavía muchos se preguntan si pago mis impuestos religiosamente, porque los mismos no se revierten en obras del bien social, para si usted desea estudiar y no tiene los recursos, pueda hacerlo, si desea conseguir un empleo, tener la oportunidad de conseguirlo, y que no le pregunten si cuenta o tiene un carnet del partido de turno. Muchas veces nos preguntamos ¿a dónde se va mi dinero? Por qué las calles y carreteras están en esas condiciones, si hay autoridades que se ganan un sueldo de lujo para resolver esos tapones que se dan en un momento determinado, por qué la dejadez, la falta de interés de los últimos gobiernos que nos han tocado, por qué dan tanto la espalda a nuestra realidad?
A veces nos encontramos en nuestras calles con un panorama que está en nuestras narices a la vista de todos y nos duele reconocerlo y es, la misma situación que se repite siempre, pero en estos momentos mucho más grave, el crecimiento de la pobreza, se ve y se siente es como una llama encendida que se va acercando y nos arropa cada vez más.
Los niños en las calles, en todas las esquinas, establecimientos comerciales, y tocándote el cristal en los restaurantes, pidiendo un peso para comer, y a su alrededor todos los vehículos de lujo y del año que usted pueda imaginarse y todos nos hacemos de la vista gorda, a unos porque el dinero y el poder los ciega y a otros por lo difícil que les resulta ver nuestra realidad
Cuanta desesperanza viven nuestros jóvenes, la falta de oportunidades impera, y como decimos que la esperanza es lo último que se pierde, esperemos sin cansarnos para que este pesar pase, para que podamos despertar de este sueño que nos atormenta y no nos deja vivir.