No han bastado los barrios seguros con la Harley Davidson y los portentosos policías tipo vaqueros de Miami, ni los horarios para que el codo se aguante por las madrugadas. Seguimos con los mismos actos de violencia.
Yo creo que puede estar en la NASA la solución a la delincuencia y la inseguridad persistente en las calles del país. Creo que habrá que ir allá y pedirle a los rubios alguna pócima celestial para solucionar esto, porque parece que aquí no hay solución.
De cada 10 amigos, cuatro han sido atracados, siete portan pistolas, nueve fueron víctimas de violencia y uno dice que no le da mente a nada. No son cifras de organismos oficiales, de la ONU, la OEA o cuantos organismos aparezcan en el camino. Es el día a día de los dominicanos.
El problema tiene múltiples ramificaciones, y una de ellas es que es probable que el mismo que atraca, reciba la querella en el destacamento o se beneficia de la ganancia del acto delincuencial.
Otra, que los agentes al combate de la delincuencia dan miedo, porque muchos tienen facha de atracadores consuetudinarios. Son sólo dos partes finas de la soga.
Creo que los horarios y los barrios seguros han dado sus frutos, pero no son suficientes. Debemos inventar algo más; qué se yo, quizás prohibir las passolas por determinadas zonas, establecer vigilancia más férrea en sectores vulnerables.
Qué se yo, hay que inventar algo para parar esto.