El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) expresa su
satisfacción y alegría por la sentencia que condena a 30 años de prisión a
Eddy Vladimir Pujols, quien asesinó al periodista Juan andújar y dejó por
muerto y sin el brazo derecho a Jorge Luís Sención.
Olivo De León, secretario general del gremio, calificó de justa la sentencia del tribunal colegiado de Azua que además condena a cinco años de cárcel y al pago de una multa de RD$300,000 (trescientos mil pesos), a Juan Ricardo Muñoz Herrera, cómplice de Pujols en los hechos.
Los hechos cometidos contra Juan Andújar, corresponsal del periódico Listín Diario y Sención, de Radio Herniquillo, el 14 de septiembre del 2004 en Azua
de Compostela, una población ubicada a 130 kilómetros al Suroeste de Santo
Domingo, por parte de una pandilla de bandoleros ligados al narcotráfico, a
asaltos y otros delitos.
Durante una audiencia de más de 12 horas y que concluyó pasadas las once de
la noche, el tribunal se declaró incompetente para juzgar a Maikel
Bienvenido Agramante, otro de los implicados en los crímenes contra los
periodistas, por considerar que el acusado es menor de edad y que le
corresponde a otra jurisdicción conocer el caso.
Además del asesinato de Andujar, Pujols enfrenta cargos por los crímenes de
Francisco Antonio y Sandy Muñoz, así como el intento de asesinato contra el
periodista Jorge Luís Sención, quien luego de ser baleado por Pujols,
tuvieron que amputarle el brazo derecho, además de que el pasado año fue
condenado a cinco años de prisión por las heridas que le causó a José
Acosta, a quien intentó asesinar.
El secretario general del SNTP consideró que al fin se hizo justicia, pues
no tuvo que esperarse 32 años para obtener una sentencia contra los asesinos
de periodistas como en el caso de Orlando Martínez, asesinado el 17 de marzo
del 1975 y cuyos asesinos materiales fueron condenados la semana pasada a 30
y 20 años.
Expresó su esperanza de que acciones como estas sirvan de ejemplo para
frenar las muertes, agresiones, amenazas e intimidaciones contra los
periodistas y trabajadores de la prensa en la República Dominicana.
Dijo que el SNTP acoge la decisión de estos jueces como un regalo en el Día
Internacional de la Libertad de Prensa, al tiempo que solicitó a los demás
representantes de la Justicia a emular las acciones de este tribunal y a dar
curso a los casos de periodistas y trabajadores de la prensa asesinados para
que no queden impunes.
Puso de ejemplo el caso de la desaparición del periodista y catedrático
Narciso González, que con 13 años, todavía la Justicia no ha hecho nada para
conocerlo.
Asimismo, al lanzar flores al mar por los periodistas caídos en el ejercicio
de su profesión y como parte de la celebración del Día Mundial de la
Libertad de Prensa, instituido por la UNESCO hace 17 años, De León dijo “
este es un momento oportuno para solicitar a los grupos de poder, económicos
o políticos, que en defensa de sus intereses acosan y amenazan, censuran,
golpean, intimidan, promueven detenciones o matan a periodistas y
trabajadores de la prensa, que detengan esas acciones contra los mensajeros
de la información y la verdad”.
Indicó que estas acciones llevan inseguridad a los periodistas a la hora de
ejercer su profesión, lo cual se manifiesta en autocensura, temores,
violación a la ética profesional elemental.
Precisó que tales hechos dejaron el pasado año del 2006, alrededor de 60
amenazas, intimidades, agresiones, y otros hechos contra los comunicadores
sociales dominicanos, entre ellos tres asesinatos.
Consideró que no existe ningún indicador que nos señale que estos actos
contra el periodismo y el derecho a la información se detendrán este año del
2007, pues de enero a la fecha (3 de mayo) se han cometido más de 20
agresiones, amenazas, intimidaciones y otros hechos similares.
Y para ilustrar, basta recordar las agresiones, amenazas de muerte e
intimidaciones contra Manuel Carrasco, Yoel de los Santos y Manuel Antonio
Vega, de Hato Mayor.
Asimismo, es bueno recordar el tiroteo de que fue objeto la sede del Canal
7, específicamente las instalaciones del informativo y el Informe, de Alicia
Ortega, los atentados y amenazas contra tres compañeros de Los Alcarrizos,
las amenazas de otros tres de Villa Altagracia, por parte del síndico de ese
municipio, uno de Montecristi, a quien además le rompieron su cámara y lo
apresaron durante el desempeño de sus funciones.
Asimismo, la periodista Ceynet Sánchez y el camarógrafo Richard de la Cruz,
del canal 37, así como un fotógrafo del Listín Diario, sufrieron las
embestidas de un grupo que intentó arrebatarle las cámaras y despojarlo de
la cinta donde tenían grabaciones de los hechos violentos cometidos el
pasado mes, durante manifestaciones en la Universidad Autónoma de Santo
Domingo (UASD) contra el aumento del precio del pasaje.
El caso más reciente fue el de Esteban Rosario, productor y conductor del
programa “Detrás de La Noticia”, que se transmite por Teleunión, canal 45,
de Santiago, quien denunció que tres individuos fuertemente armados se
presentaron durante la madrugada a la casa donde vivía anteriormente,
golpearon al guardián, a quien presionaron para que le dijera donde se había
mudado, con la amenaza de que lo buscarían para matarlo, pero que al
levantarse los vecinos, los tipos huyeron en un carro toyota corolla.
Los bajos salarios, las precarias condiciones de trabajo, las limitaciones
para el estudio y la actualización profesional, las presiones que llevan a
la autocensura, la concentración de los medios, la falta de seguridad social
y los problemas de ética profesional, se añaden a la difícil situación que
enmarca hoy el ejercicio del periodismo en la República Dominicana
Reiteramos nuestra solicitud a las autoridades competentes para que
profundicen las investigaciones entorno a estos últimos casos, de manera que
se de con los responsables y sean sometidos a la justicia.
Asimismo, expresamos nuestra alegría por la condena a 20 y 30 años de
prisión contra los asesinos materiales del periodista Orlando Martínez, así
como de la reapertura del caso de la desaparición de Narciso González, a
quien se le ha denegado justicia desde hace 13 años.
Nos unimos a la prédica de la Federación Internacional de Periodistas (FIP),
que sostiene que la libertad de información, la independencia editorial y
gobiernos abiertos a todas las opiniones, constituyen la base para construir
un orden mundial basado en los principios de la democracia, la equidad y la
justicia social.
Así como el criterio de la entidad global de los periodistas, que también
afirma que un debate fundamentado en la información periodística es la
sangre de las democracias, y que sin ella, los ciudadanos y los que toman
decisiones están inermes y carentes de las herramientas básicas para una
participación sustentada en la información.
Este es un derecho fundamental defendido en el artículo 19º de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, donde se asegura que la
libertad de expresión significa expresar las ideas libremente, y por tanto
sin censura. También así lo señalan la mayoría de los sistemas democráticos.
En el mismo sentido, la Convención Americana de los Derechos Humanos de San
José de Costa Rica, en su artículo 13º expresa que “toda persona tiene
derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende
la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda
índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito, en
forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su
elección”.
Los hechos contra los periodistas no son exclusivos de los dominicanos. La
misma inseguridad palpita en muchos rincones de América Latina y El caribe.
Lo certifican 37 periodistas asesinados en el 2.006, más cientos y cientos
de amenazados y golpeados en el mismo periodo. En el mundo la situación no
fue mejor, pues según el informe de la FIP 155 periodistas fueron asesinados
en los distintos continentes.
Mientras que en lo que va del 2007 en América Latina y El Caribe, han
asesinado a Robson Barboza Becerra en Brasil; Danilo Torres Rodríguez en
Nicaragua; Johnson Edouard y Jean-Rémy Badio en Haití; Amado Ramírez
Illanes y Saúl Noé Martínez Ortega en México.
Tampoco cesan las amenazas y agresiones de toda índole, por lo que resulta
indispensable redoblar los esfuerzos solidarios hacia los compañeros
afectados, denunciar a los agresores y exigir castigo para los hacen de la
soberbia y la impunidad su modo de vida.