El compositor mexicano Marco Lifshitz, quien ganó en primera instancia un juicio por plagio contra Luis Miguel, afirmó hoy a la emisora chilena Cooperativa que el intérprete fue engañado con el tema "Amarte es un placer". Señala el compositor mexicano que fueron el español Juan Carlos Calderón y Warner Music los autores intelectuales del plagio y en el caso del cantante, su responsabilidad recae por ser el productor del disco
Lifshitz manifestó vía telefónica desde la ciudad de México que el afamado autor español Juan Carlos Calderón y la casa disquera Warner Music fueron los "verdaderos responsables" del plagio de su canción "Siento nuestro aliento".
"Yo creo que los verdaderos responsables (del plagio), a nivel intelectual, es la mancuerna Juan Carlos Calderón-Warner, que han trabajado durante muchas décadas juntos", precisó el también director de orquesta a Cooperativa.
"Yo creo que ellos también engañaron a Luis Miguel, que en este caso en particular aparece como productor del disco, por eso es legalmente corresponsable (en la denuncia)", aseveró.
Luis Miguel, Calderón y la casa discográfica fueron condenados el pasado 23 de abril por el delito de plagio y piratería del tema "Siento nuestro aliento" de Lifshitz, que los involucrados presentaron como "Amarte es un placer".
Lifshitz precisó que si Luis Miguel sólo hubiera cantado "no tendría ninguna ingerencia en ese caso. Estaría libre de culpa", aunque agregó que "la verdad es que Luis Miguel tuvo la oportunidad de acercarse en infinidad de ocasiones conmigo en lo personal".
"Nunca se acercó. Probablemente esté mal aconsejado por sus gentes cercanas", subrayó el compositor mexicano al agregar que representantes de la casa disquera Warner Music incluso "se han burlado en mi cara".
Señaló que tras la sentencia, la cual obliga a la casa discográfica a retirar el disco de la venta y a pagar compensaciones al autor, hay aún recursos judiciales que pueden prolongar el caso por lo menos unos tres a cuatro meses más.
La Ley Federal de Derechos de Autor de México contempla, en el caso de plagio, una compensación "en ningún caso menor" del 40% de los ingresos producidos, lo que según Lifshitz podría llegar a los 16 millones de dólares.
El disco de Luis Miguel donde está el tema, que además da nombre al álbum, vendió tres millones de copias.