CARACAS, 8 may (IPS) – Centenares de trabajadores del acero paralizaron este martes sus labores e improvisaron barricadas en la principal vía de Ciudad Guayana, en el sudeste de Venezuela, para exigir al gobierno que nacionalice la Siderúrgica del Orinoco (Sidor), en manos de capitales argentinos. En defensa de la firma trasnacional argentina Techint, principal accionista de Sidor, intervino el propio presidente de ese país, Néstor Kirchner, quien pidió a su par venezolano, Hugo Chávez, que se abstenga de nacionalizar la acería, como amenazó la semana pasada.
"Nacionalización ya, ni más ni menos", rezaban pancartas y consignas voceadas por los trabajadores de Sidor, quienes paralizaron labores desde esta madrugada hasta el mediodía y salieron a manifestar para exigir al gobierno una definición.
José Rodríguez, presidente del sindicato de obreros de Sidor con más de 4.000 afiliados, dijo en un contacto telefónico con IPS que los trabajadores respaldan "la nacionalización, pero llamamos a discutir el plan, con respeto a las acciones y a la participación de los empleados, la contratación colectiva y el derecho de los jubilados".
El grupo sindical Unidad Matancera (por Matanzas, las zona donde está la acería) reclamó "una nacionalización que vaya más allá de la estatización y entregue la mayoría del paquete accionario a los trabajadores", según dijo a IPS su dirigente, José Alcocer.
Desde otra corriente, la Alianza Sindical, más próxima al gobierno, José Meléndez dijo que Chávez "debe tomar una decisión para acabar con el neoliberalismo en Sidor".
Argumentó que cuando la compañía fue privatizada en 1998 tenía 11.600 trabajadores y en la actualidad sólo 5.200, con otros centenares empleados mediante fórmulas de "tercerización", sin los beneficios de la convención colectiva.
Sidor, la mayor acería de la región andina, tiene una capacidad para colar 4,2 millones de toneladas anuales y produce planchones, laminados, barras para construcción, perfiles, alambres y tubos, incluidos los sin costura que requiere la industria petrolera.
Según informes de la compañía, 63 por ciento de su producción se destina al mercado venezolano y 37 por ciento a la exportación.
La compañía fue de propiedad estatal desde que comenzó sus operaciones en 1962 y hasta 1998, cuando 60 por ciento de sus acciones fueron adquiridas por el consorcio Amazonia, entonces integrado por Techint como socio mayoritario y en menor medida la firma mexicana Hylsamex, la brasileña Uniminas y la venezolana Sivensa.
El Estado retuvo 20 por ciento de las acciones y el restante 20 por ciento fue a manos de los trabajadores, entre activos, jubilados y pensionados.
La semana pasada, Chávez advirtió que Sidor no abastecía al mercado nacional con tubos y otros productos requeridos, "tenemos que importarlos hasta de China", y anunció que prepara un decreto-ley que obligue a la acería al abastecimiento total de Venezuela antes de poder exportar.
"He mandado a llamar al señor Paolo Rocca (presidente de Techint) y le voy a decir: vamos a hacer una ley, porque usted me tiene que garantizar primero, antes de exportar una tonelada de acero, todo el suministro de las empresas procesadoras en Venezuela", dijo Chávez en una de sus alocuciones televisadas.
"Si no estás de acuerdo, se acabó: dame acá, que yo agarro la empresa; te pago lo que cueste, no te voy a robar, pero no me la calo (no acepto) más", agregó el mandatario.
En tanto, el ministro de Minas, José Khan, informó que Sidor paga a la firma estatal Ferrominera del Orinoco 18 dólares por tonelada de mineral de hierro que utiliza como materia prima, "66 por ciento por debajo de su valor de mercado", lo cual habría aumentado la irritación gubernamental con el grupo argentino.
Kirchner telefoneó a Chávez para interceder por Techint, cuya casa matriz Ternium despachó a Caracas a su gerente Daniel Novegil, en tanto los gobernantes pactaban una entrevista, la próxima semana, entre Rocca y Chávez en Caracas.
Medios económicos en Buenos Aires sostienen que Techint aceptará las condiciones de suministro que establezca Venezuela para evitar la nacionalización, cuyo solo anuncio hizo retroceder más de tres por ciento la cotización de sus títulos en Nueva York.
Además Techint, principal grupo industrial argentino, ha sido involucrado en el escándalo de presunto pago de sobornos por más de cuatro millones de dólares a fin de que la constructora sueca Skanska obtuviese la concesión para gasoductos argentinos de la Transportadora de Gas del Norte.
Las frases duras de Chávez aprovecharían este momento de debilidad de su contraparte para negociar nuevos términos para la industria siderúrgica en Venezuela, durante la reunión prevista con Rocca.
Pero en la tórrida Ciudad Guayana, donde confluyen los ríos Orinoco y Caroní, los trabajadores han tomado en serio la palabra nacionalizar y se han movilizado para unirla a sus reivindicaciones. "Lo que más queremos es que el gobierno decida de una vez, para no seguir con esta zozobra", dijo Ulmaro Ramos, secretario de reclamos del sindicato. (FIN/2007)