Unas 36 personas resultaron heridas tras el tornado que el martes atravesó la provincia dominicana de Dajabón, en la frontera noroeste con Haití, y que destruyó el 30 por ciento de las casas en la capital de esa región. El único herido grave es Carlos Núñez, que permanece ingresado en el hospital de Santiago (norte), mientras que otras veinte personas sufrieron lesiones de menor importancia, informaron hoy las autoridades locales.
También sufrieron heridas quince militares que se encontraban de servicio en la frontera dominico-haitiana, cuatro de los cuales permanecen hospitalizados en situación estable y el resto fue dado de alta tras recibir asistencia, informó el Ejército.
El tornado se registró alrededor de las 17:30 hora local (21:30 GMT) y estuvo acompañado de fuertes lluvias y granizadas.
El presidente dominicano, Leonel Fernández, dispuso hoy la entrega de 10 mil raciones de alimentos y la reparación de todas las viviendas que fueron afectadas por el tornado, según informaron las autoridades provinciales.
La alcaldesa del municipio de Dajabón, Sonia Mateo, señaló que un 30 por ciento de las viviendas y establecimientos comerciales de la ciudad resultaron afectados por el fenómeno meteorológico.
"Ha sido un verdadero desastre lo que ha ocurrido en esta parte, estamos en una situación difícil, pero estamos asistiendo a todas las familias perjudicadas", explicó la ejecutiva municipal.
La ciudad amaneció sin energía eléctrica, debido a que el 70 por ciento del alambrado eléctrico fue derribado por el tornado.
Cuadrillas de la Empresa Distribuidora de Electricidad del Norte (Edenorte) trabajaban hoy para restablecer el servicio, al menos en los lugares más críticos, dijo el gobernador de la provincia, Arturo Socías.
El director del Ministerio de Salud Pública en Dajabón, Rafael Salas, señaló que médicos de la zona realizan operativos en las áreas afectadas para prevenir la aparición de enfermedades infecciosas a causa de las inundaciones.
En tanto, brigadas de la Defensa Civil, el Ejército, los Bomberos y los Ayuntamientos de al menos veinte municipios del noroeste se ocupaban de la retirada de árboles, postes del tendido eléctrico y escombros que derribó el tornado.
Voluntarios haitianos también se integraron a las labores de limpieza del pueblo, según dijo a la prensa Miguel Cruz, ministro consejero de la embajada dominicana en Haití.