Benedicto XVI pidió en Brasil a la jerarquía católica latinoamericana centrar su acción pastoral en la fe y no en la política ni la ideología, en un rechazo a las tendencias izquierdistas que durante años influyeron a la Iglesia en la región. La exhortación fue hecha por el Papa en la jornada final de una intensa visita de cinco días al país, en la que fue aclamado por 150.000 personas en Aparecida, a 167 kilómetros de Sao Paulo, donde abrió una decisiva cumbre de prelados que definirá el rumbo del catolicismo en América Latina.
"No es una ideología política, ni un movimiento social, como tampoco un sistema económico; es la fe en Dios Amor, encarnado, muerto y resucitado en Jesucristo, el auténtico fundamento de esta esperanza que produjo frutos tan magníficos desde la primera evangelización hasta hoy", dijo el Pontífice.
"Esta es la fe que hizo de Latinoamérica el "Continente de la Esperanza", agregó, en una misa al aire libre en la que el líder de la Iglesia Católica habló en portugués y español ante fieles de todo el continente.
Defensor ferviente de un dogma católico sin desviaciones, Joseph Ratzinger combatió desde el Vaticano antes de convertirse en Papa a la izquierdista Teología de la Liberación, que contó con numerosos adeptos en Brasil y América Latina.
El Papa instó también a una ofensiva evangelizadora de la Iglesia que ponga a los pobres y sufridos en el centro de la acción pastoral.
La visita papal a Brasil es un esfuerzo del Vaticano para restablecer el tradicional poder de la Iglesia en la región, hoy erosionado por la acción de cultos evangélicos y la indiferencia de parte de la sociedad a sus posiciones contrarias al uso del condón, la homosexualidad y el divorcio.
Las visiones del Pontífice influirán decisivamente las deliberaciones de los obispos latinoamericanos, explicó a Reuters el obispo de la ciudad amazónica brasileña de Manaus, Luiz Soares Vieira, vicepresidente de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB).
"El discurso inaugural del Papa marca la conferencia, es decisivo. El está insistiendo con el alma de la Iglesia", precisó.
La V Conferencia General del Episcopado de América Latina y el Caribe, donde obispos, teólogos y centenas de otros religiosos discutirán asuntos como globalización, pobreza y secularización, se extenderá hasta el 31 de mayo.
APARECIDA
La pequeña ciudad de Aparecida amaneció hoy en medio de un hervidero de fieles, religiosos y vendedores de recuerdos alegóricos a la visita papal. Gruesas columnas de fieles llegaron a la basílica donde Benedicto XVI ofició su homilía rodeado de un masivo despliegue de efectivos de seguridad.
Los obispos brasileños esperaban en un principio que acudieran medio millón de personas a la misa matinal del Papa, pero esas expectativas quedaron lejos de cumplirse.
Pese a una afluencia de fieles menor a la prevista, miles de peregrinos llegaron a Aparecida desde todos los rincones de Brasil y América Latina, agitando ante el Papa banderas de países como Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, El Salvador, Honduras y Uruguay.