-¿A dónde vas Modesto?
-El SER en oposición al ANTISER, muy bien estudiado en la NOSERología METODOLÓGICA, traza un surco en espiral alrededor de la SÚPERNADA; lo cual queda expresado por el TODO, resultante de la mutación epistemológica y epidemiológica simultáneamente, con ramificaciones gnoseológicas; eso es algo que quedó citado magistralmente, tiempo ha, en el PENSAMIENTO LABERÍNTICO.
Yo no pretendo, en modo alguno, eliminar la OTREDAD ONTOLÓGICA, ni tan siquiera comunicarme fenomenológicamente, con la EXTERIORIDAD, ni mucho menos con el conocido precepto del YO-ORGÁNICO, que tú dominas, sin lugar a dudas, según me consta.
Pero es que tu pregunta desborda el marco conceptual, e incluso, el ámbito de la pluralidad del texto concebido y analizado concienzudamente, y por otro lado, esgrime muchas incógnitas ESPACIO-TEMPORALES. El archivo visceral inquisidor, del PUNCTUM de Barthes, – no por ello menos informal – , que tú planteas, es a todas luces una simulación pro-forma apriorística, penalizada por una tangencialidad, más que nada envolvente, y además, remite al origen darwiniano de la evolución de la especie humana. No, no, ésta no es en absoluto una manera de alejarnos del punto de partida intelectual, ni tampoco de provocar ambigüedades retóricas; en cambio, si acotamos una frontera imaginaria entre las psiques reduccionistas y la actitud anti-matérica, tal como se plantea el dilema a raíz del papel del hipotálamo del melómano, en el desarrollo de la presencia del SER, y la omnipresencia del NO-ESTAR; de esa manera ortodoxa retornaremos a los introitos del razonamiento indirecto, pero sólo con una pizca de silogismos y sin ningún tipo de eutanasias.
Esto está claramente emparentado, con la idea propiamente dicha, la idea tomada conceptualmente, o sea, la idea como idea, y simultáneamente como ideograma, en oposición al pensigrama, pero, con reminiscencias rizomáticas. Es como un “MEME”, pero elevado al cuadrado, sin las repercusiones excluyentes, aparte del daño que como virus puede provocar. Claro está, la involución fito-genética, provocada por la versión sartreana de los hechos, en relación a los viajes de CRISTOBAL COLÓN, con claras ramificaciones merleau-pontyanas, que dominaban, o quizá debería de decir, monopolizaban, y en ciertos instancias matizaban el pensamiento occidental chomskyano, no es suficiente. No obstante, todo lo anterior no es más que un simple referente churrigueresco, o para otros más escépticos, es, nada más y nada menos que un vulgar “constructo”. Tu cuestionamiento inquisitivo, a la par que obnubilante, con repercusiones que trascienden los movilgramas de la diáspora, ralentizado, y probablemente provocado con líneas de dirección atípicas; es decir, que se asemeja a ciertos vectores, que por definición carecen de sentido, y concomitantemente remite a la relación ARRIBA-ABAJO y DELANTE-DETRÁS, típicas de la filosofía kantiana.
Otra faceta, que quizá extralimita el alcance del “dónde”, y que transmite y conduce a una hilación filigranesca entre el “AQUÍ” y el “ALLÁ”, o sea, un vínculo transitado y talvez emperifollado, que a su vez establece una soldadura indisoluble con el ORIENT EXPRESS, de tal forma que la metáfora del “lugar aparente” conjuntamente con la condición deliberada del hecho “ex post” permiten en sí mismos, conjeturar lo que se desprende y, es probable, que se vislumbre en el mismo razonamiento. Empero, las cosas no son lo que aparentemente son, aparte de la movilidad como ilusión tibetana y el “jet-lag” de la cultura Pop estadounidense, que sin lugar a ninguna duda tiene su incidencia, parecido al “analogón”, como ya sospechas. Las maletas de tu imaginación no podrán pasar nunca la prueba de los rayos-x de la censura de la ILUSTRACIÓN. Cuando Umberto Eco formuló el concepto de “los MEDIA al cuadrado”, no estaba pensando precisamente en las estrellas de Bollywood, por muy bellas que sean, ni tampoco en el “fin de la historia” de Francis Fukuyama que ha quedado desfasado; ni siquiera su ego y su ALTEREGO le permitían las abducciones, y mucho menos las trasmigraciones. Se trata indudablemente de un asunto de simple empatía, que no tiene nada que ver con la rotación y la traslación del globo terráqueo, ni mucho menos con la SINESTESIA; fue sencillamente un paseo por los diferentes hemisferios cerebrales. El salto cuántico de Stephen Hawking, probando la ingravidez, y tratado como un pelele espacial, no significó un avance en las teorías de los “AGUJEROS NEGROS” y las súpernovas, y ni siquiera las colisiones matéricas auguran un futuro promisor. El calentamiento global, podrá o no, acelerar los desplazamientos de un ATILA cualquiera, pero lo que nunca hará será que logre germinar la semilla del interés en tu mente desértica, sin embargo el fenómeno del NIÑO, seguirá su curso. Tanto si vas al Polo Norte o a la Antártica, o subes al Aconcagua o al Kilimanjaro, te tropezarás con los mismos guijarros, lo único que más fríos que los del patio de tu casa, y ya sólo te falta darle “la vuelta al mundo en ochenta días”, en un globo-sumergible desinflado. Si lo prefieres, te puedo invitar a degustar un helado en barquilla, antes de que las auroras boreales nos dejen turulatos, o bien, que los chivos que no son expiatorios dejen de comer en el horizonte del más allá.
Aprovecho la oportunidad y con gran regocijo te anuncio, que tus cavilaciones teleológicas plenas de significados finiseculares, te podrían convertir en un ente existencial, o quizá, en un cancerbero del infierno, porque hay cosas que no deben de preguntarse. Esto no es una contradicción, ni mucho menos una ironía, porque la cosmogonía de tu alegría con desparpajo arrebatado, remata, a su vez, los intersticios ebrios de la sinrazón, y a la vez, se enhiesta como un canon coterráneo, con todo y su intríngulis sin ambages.
Te percibo un poco aherrojado, hasta que llegues a una contrición de tu cosmovisión, o a una corporeidad cognitiva, sin un hálito de enojo, cual poseído por una alquimia proteica. Déjate de veleidades que son las que enajenan y te conducen por un entramado voyerístico, pródigo en estrecheces con estertores para un ulterior malabarismo. Es como un escalpelo que se prodiga al unísono, o un entramado señero e irrefutable con vítores y aleluyas, pleno de magmas pegajosos que subvierten la textura acrisolada del clítoris. Únicamente te planteo que “si ves a CRUCITA YIN me la saludas”, o al “COLMADÓN-PITEKUS” con su aureola de autosuficiencia, para que no te empalagues con las imágenes del planeta KOLORUUM.
Aparte de la relación perfecta entre el pasaje temporal y el desplazamiento físico. Todo lo anterior se enmarca en un FONEMA originario de las estepas indo-europeas, por donde los HUNOS mearon, y el CONCORDE pasó en tiempos mejores; y para contestar tu pregunta capciosa e insidiosa, y después de estos brevísimos prolegómenos, permíteme citarte un NOEMA, sacado del más grande filósofo de otras latitudes, e incomprendido como nadie: Juancito Trucupey…
-Pero Modesto, aún no has contestado mi pregunta
-Está claro que te perdiste y no has podido seguir mis conceptos, y eso que he simplificado mucho. Es más, déjame decirte que tengo la corazonada de que eres nada más y nada menos que un vulgar ignorante. Está claro que no puedes digerir toda mi ciencia.
-Bueno, no hace falta que me insultes, porque te he hecho una simple pregunta por mera curiosidad.
-Desde luego, no tienes capacidad para entender nada, y además, adoleces de una preparación intelectual como debe de ser. No me vengas conque lo que yo afirmo es algo ININTELIGIBLE.
-Está bien, ¿me lo dices, o no me lo dices?
-¡Y a ti qué te importa!
-¡Vaya MIERDEMA!