El decreto 250-07 emitido por el presidente Leonel Fernández, y difundido este lunes 14 de mayo, es lo que se podría definir como la estocada mortal a las esperanzas de una sociedad, que aspira a vivir civilizadamente, en orden y en paz.
POR: ELVIS PAREDES.
El referido decreto, que crea el Fondo de Desarrollo y Financiamiento para el Transporte Terrestre, y que tiene entre sus objetivos, contribuir a la solución de los problemas y necesidades de expansión del sector, no hace mas que bendecir la continuación del caos y el abuso que han representado los señores que se han hecho millonario a costa de ese desorden.
Mucho lamento que el señor presidente de la República, mi maestro en las aulas universitarias, se prestara para firmar un adefesio de decreto, que sólo viene a legitimar los privilegios que otorga la politiquería y el populismo, bajo el pretexto de mantener la gobernabilidad, mientras la gran mayoría de los dominicanos, recibe un pésimo servicio de transporte.
Mucho lamento advertirle al señor presidente de la República, que si no rectifica su línea frente al sector transporte, tendrá que arrepentirse en un futuro no muy lejano, puesto que está reeditando el muy lúgubre y tristemente recordado PLAN RENOVE.
Señor Presidente, Leonel Fernández, entiendo que usted es un gran estadista, y un ciudadano que comprende muy bien que el camino hacia la modernización y organización del transporte no es la reedición del PLAN RENOVE.
Usted sabe, que inició lo que yo califiqué en este mismo medio de comunicación que constituye DIARIODIGITALRD, como el principio del fin de la anarquía y el abuso de los seudo sindicalistas y empresarios del transporte, o sea, la construcción de la primera línea del metro, y así he defendido ese criterio… y lo seguiré defendiendo.
El gobierno que usted preside señor Presidente, no puede darse el lujo de pasar a la historia como uno mas de los que contribuyeron a mantener el desorden, la anarquía y el abuso que constituyen los DUEÑOS DEL PAIS, como muy bien los ha llamado el colega Radhamés Gómez Pepin, director del vespertino El Nacional, hermano medio de comunicación y prestigioso periódico.
Usted no debe permitir que bajo su administración gubernamental, (la cual ha dado pasos concretos en la línea de organizar el transporte), dé pasos que constituyen un retroceso en su visión de ver la vida y la sociedad misma.
Usted sabe, Señor Presidente, que la única forma de organizar el transporte y garantizarle un servicio digno a los dominicanos, es declando desiertas todas las rutas y llamar a una licitación pública nacional e internacional, para que las empresas del ramo que estén en condiciones de ofrecer un servicio de calidad y con el mejor de los precios participen Y QUE GANEN LAS MEJORES.
Pero además, el estado no puede seguir permitiendo que unos cuantos ´´vivos´´ continúen adueñándose de las calles, ocupando las aceras de centros educativos, orfanatos, zonas residenciales, áreas verdes y parques, para lucrarse de un mal servicio, instalar talleres de mecánica, mercados e implantar la suciedad y el desorden en todas las ciudades del país.
Es al Estado a quien le corresponde otorgar o no un permiso de ruta para ofrecer el servicio en un punto determinado de la ciudad.
Es el Estado, quien tiene que determinar si realmente hacen falta más unidades en equis o tal punto de la ciudad o sector determinado.
Es el Estado, quien debe delinear y dirigir el servicio de transporte en la República Dominicana. Quien debe estudiar la factibilidad de que una empresa del sector que desee ofrecer sus servicios; está en condiciones de hacerlo.
Pero ello sólo seria posible, siempre que esa empresa ofrezca un proyecto donde tenga la infraestructura necesaria para hacerlo, (entiéndase una terminar para guardar sus unidades ( no las aceras de cualquier calle o parque), con talleres, lavaderos y choferes uniformados y educados para realizar ese trabajo.
Espero, Señor Presidente que usted reflexione, y tome en cuenta las opiniones de este humilde dominicano, el cual sólo desea que nuestros ciudadanos puedan llegar a sus puestos de trabajo, descansados, limpios, respetados en su dignidad, y a tiempo.
No olvide Señor Presidente, que el pueblo dominicano lo eligió para gobernar para las mayorías, y si hasta ahora usted ha mantenido un alto nivel de aceptación en el seno de la sociedad, es porque ha seguido el sentir del pueblo.
No se deje chantajear por los vivos y oportunistas de siempre. Ellos sólo buscan la mejoría de sus bolsillos.
Señor Presidente no claudique sus principios, su visión de la vida, de la sociedad y de lo que constituye lo mejor para las mayorías.