Como otra de las tantas tribialidades de la vida cotidiana, el licenciado Vicente Bengoa ha enmendado la plana, sin más ni más, al ingeniero Temístocles Montás sobre la política fiscal del Gobierno. Con todo y que no se trate de una contradicción pasajera, no pasará como otro de los incidentes que se diluyen sin cobrar cuerpo. No por ello, sin embargo, puede soslayarse un conflicto que, además de ilustrar la visión del equipo económico frente a la problemática social, plantea múltiples conjeturas políticas.
Montás, en su calidad de secretario de Economía y Planificación, es el jefe del equipo económico del Gobierno, sin importar que su remuneración salarial, por ese desorden que impera en el sector pública, fuera inferior tanto a la del secretario de Hacienda como a la de un subalterno. Por su jeraraquía se supone que es merecedor de consideración y respeto, aunque haya quienes puedan entender que no tenga la capacidad que requiera el cargo. Esto, por supuesto, sería un error, porque si algo puede Montás exhibir en abundancia es capacidad, experiencia y honradez.
Además de dicha condición, ha de tomarse en cuenta que Montás es de los principales dirigentes del gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que incluso ha intervenido en todas las estrategias para que esa organización esté hoy en el poder. Son credenciales suficientes para que al funcionario, aunque pueda estar despistado sobre las decisiones del Presidente de la República, se le considere y respete.
Montás había planteado la posibilidad de que el Gobierno flexibilizara la carga fiscal para dinamizar las ventas de los alcoholes, cervezas y cigarrillos. Incluso dejó entrever que el Gobierno estaba interesado en un arreglo para que la Cervecería Nacional Dominicana montara este año el Festival Presidente de la Música Latina.
La respuesta al señalamiento fue una tromba del secretario de Hacienda. Negó baja en las recaudaciones de impuestos aplicados a la cerveza y el alcohol, además de aclarar que está cerrado en lo que resta al presidente Leonel Fernández del presente período el expediente sobre proyectos impositivos.
Para reforzar su varapalo, Bengoa dijo que había determinado con el presidente Fernández que cualquier flexibilidad en los tributos se hará en el marco de la legislación vigente. Y como si Montás hubiera incurrido en alguna felonía, el funcionario recordó que la Secretaría de Hacienda es la única instancia del Gobierno a la que compete todo lo relativo a la cuestión fiscal. Ver para creer, porque ¿uién lo iba a decir?
Las secuelas de la convención peledeísta y el escenario en torno al cual gira el presidente Fernández alimentan las conjeturas que derivan del rapapolvo. Aunque no pase de un simple encontronazo, no es casual ese protagonismo en este etapa del ejercicio del pode. ¿Será que se ha comenzado a pasar factura al secretario de Economía y Planificación por su neutralidad en la batalla que libraron Fernández y el licenciado Danilo Medina por la candidatura presidencial? ¿O es que el presidente Fernández prevé apoyarse más en sus amigos y aliados incondicionales en que progamas y principios de su propio partido? Esperemos.