Yo gano 15 mil pesos.
Tú ganas 4 mil pesos.
El (el magistrado de la Cámara de Cuentas) gana medio millón de pesos.
Nosotros (yo, el obrero de zona franca, la empleada de tienda) ganamos apenas para comer.
Vosotros (ustedes, los jueces) ganan para comer, vestirse, viajar, divertirse, acomodar dos amantes, una fincota en el campo, una casota en la playa, varios certificados bancarios, servicio doméstico, colegios bilingües, inversiones en pequeñas empresas, regalos suntuosos en navidad, y un largo etcétera).
Ellos (los vecinos del barrio) ganan para comer una vez al día (si acaso).
¿Quién cierra la puerta?