GINEBRA, 15 may (IPS) – La cuestión de los derechos de propiedad intelectual sobre los medicamentos aflige a la mayoría de los delegados a la Asamblea Mundial de la Salud pero apenas parece impresionar a Margaret Chan, la directora general de la OMS, notaron portavoces de la sociedad civil.
Ellen 't Hoen, experta de la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF), dijo a IPS que numerosos participantes comentaron que Chan casi no mencionó el asunto de la propiedad intelectual en su discurso de este martes, que abrió el debate sustantivo de la sesión anual del máximo organismo de la OMS (Organización Mundial de la Salud).
En cambio, representantes de Estados miembros expusieron sus preocupaciones sobre la propiedad intelectual, como Indonesia con respecto a las transferencias de muestras del virus de la gripe aviar y al destino que tendrán las potenciales vacunas contra esa infección, citó 't Hoen.
A su vez, Tailandia y Brasil aspiraban realmente a un apoyo de la OMS luego de que sus gobiernos recurrieron a las licencias obligatorias para fabricar o importar medicamentos más baratos contra el sida, protestó la experta de MSF.
Ellen 't Hoen estimó muy decepcionante que Chan no hubiera expresado respaldo a esas acciones. "Eso me preocupa porque la sociedad civil ha llegado aquí para obtener de la OMS una actitud más definida en la preparación del grupo de trabajo intergubernamental que se pronunciará sobre las cuestiones de la propiedad intelectual".
Chan dedicó tres párrafos de su discurso a la necesidad de nuevos fármacos, diagnósticos y vacunas, en particular para las enfermedades de los pobres, "para lo cual se requiere un correcto equilibrio entre la necesidad inmediata de medicinas de calidad accesibles y un estímulo a largo plazo de la innovación", dijo.
La directora de la OMS confió en que ese tema será examinado por el grupo de trabajo intergubernamental sobre salud pública, innovación y propiedad intelectual, que sostendrá una segunda sesión en noviembre próximo.
El gobierno de Brasil mostró un diferente grado de interés al enviar a su ministro de Relaciones Exteriores, Celso Amorim, para hablar ante la asamblea que sesiona hasta el sábado 19.
Amorim sostuvo que la decisión del presidente de su país, Luiz Inácio Lula da Silva, adoptada el 4 de este mes, de aplicar licencias obligatorias a las patentes del medicamento antirretroviral Efavirenz, del laboratorio estadounidense Merck, es consecuente con las normas internacionales de propiedad intelectual y fue dictada con total transparencia.
El recurso de licencia obligatoria, reconocido a los Estados por los tratados que administra la Organización Mundial del Comercio (OMC), permite que un gobierno autorice la fabricación o la importación de medicamentos genéricos (menos costosos que los originales patentados) en una situación de emergencia sanitaria.
Antes de llegar a esa decisión, el gobierno de Brasil trató de negociar con Merck, explicó a IPS la directora del Programa Nacional sobre Sida, Mariángela Galvão Simão. La política de Brasilia siempre ha sido la de buscar la negociación, pero conservando la prerrogativa legal de utilizar las flexibilidades que conceden los acuerdos de la OMC, insistió.
Brasilia venía negociando desde el año pasado con el laboratorio, al que pidió el mismo precio acordado con Tailandia, de 65 centavos de dólar por comprimido de 600 miligramos, frente al de 1,59 dólares pagado por Brasil para este fármaco que combate al virus causante del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).
Para este país la salud es un bien de interés público, no está mezclada con el comercio ni tampoco puede ser un negocio, recalcó Galvão.
La funcionaria brasileña dijo que la compañía Merck, en una conversación telefónica, propuso efectuar una reducción progresiva del precio del Efavirenz por cada 5.000 nuevos pacientes que aparecieran.
"Desde nuestro punto de vista eso es inaceptable. Nosotros no apostamos a la enfermedad, dirigimos los esfuerzos hacia la prevención y a cumplir con nuestra obligación de atender a las personas enfermas", sostuvo Galvão. "No podemos negociar eso comercialmente", reafirmó.
El ministro de Salud de Argentina, Ginés González García, advirtió a la asamblea que la propiedad intelectual de los fármacos no es un problema relevante únicamente en caso de eventuales urgencias. Millones de personas fallecen hoy por no acceder a todo tipo de medicamentos y tratamientos de bajo costo, afirmó.
González García dijo a IPS que la comunidad internacional tiene que revisar el régimen de propiedad intelectual, pues el sistema vigente condiciona las oportunidades de vida de buena parte de la humanidad. "Se trata de ampliar las flexibilidades del modelo imperante", precisó.
El ministro argentino reclamó a sus colegas que se pronunciaran de manera abierta y sin eufemismos sobre el compromiso que deben asumir algunos países que "defienden a un puñado de empresas privadas, al tiempo que la seguridad sanitaria internacional está amenazada".
La experta de MSF estimó que el proceso de debate sobre el futuro de la propiedad intelectual en el terreno sanitario necesita de una OMS que asuma la conducción de las discusiones y aporte iniciativas.
"En los altos niveles de la OMS percibo una ansiedad surgida del hecho de tener que encarar la cuestión de la propiedad intelectual de una manera abierta", dijo. Hay una especie de actitud de que "si cerramos los ojos, pretendemos que eso no existe y va a desaparecer", describió 't Hoen. "Y ese tema está aquí para quedarse", concluyó.
La cuestión de las patentes volverá a discutirse cuando la asamblea examine el paludismo, el uso racional de los medicamentos, lo abordado por el grupo de trabajo intergubernamental sobre salud publica, innovación y propiedad intelectual, y finalmente, también cuando se analice una propuesta de Indonesia y de otros 16 países en desarrollo para regular el intercambio de muestras del virus H5N1, causante de la gripe aviar.
Estados Unidos hizo conocer su posición por boca de su secretario de Salud, Mike Leavitt, quien advirtió de que los gobiernos pueden y deben organizar los sistemas de atención sanitaria que permitan a los mercados ofrecer esos cuidados, pero los gobiernos no deben ser los propietarios de esos sistemas.
Tampoco los gobiernos son las fuentes de la innovación que aporta nuevos formas de cuidados sanitarios, es el sector privado, remarcó. Leavitt finalizó señalando que los gobiernos no pueden suministrar la mejor atención al menor costo a la mayor parte de la población. Sólo el mercado libre lo puede, sostuvo.(FIN/2007)