SANTIAGO.- Sólo dos testigos de cargo fueron interrogados ayer, en la continuación del juicio que se sigue a cuatro jóvenes relacionados con el crimen de la estudiante universitaria Vanessa Ramírez Fañas, ultimada de un disparo por la espalda el nueve de junio pasado y que fue suspendido hasta las 11 de la mañana de hoy.
De poco valió que la sala de audiencias del Segundo Tribunal Colegiado de aquí albergara por más de ocho horas a los involucrados en el proceso, así como a familiares y amigos de la víctima y los inculpados. Los incidentes y observaciones presentados tanto por los defensores de los acusados, como por la fiscalía y el actor civil, impidieron que la causa avanzara mucho más.
Ocho testigos fueron preparados para responder a las preguntas que les formularan, pero sólo la patóloga forense Fátima Frómeta y el mayor de la Policía Frederick Guillermo Medina Abud pudieron deponer en el juicio, que fue reenviado para las 11 de la mañana de hoy.
De los dos, el mayor policial Medina Abud fue quien más acaparó la atención de los presentes y, en el transcurso de su testimonio, explicó la forma como, tres días después de ocurrido el crimen, logró mediante el rastreo de una llamada que se hizo desde el celular robado a Vanessa, apresar al mecánico José Armando de la Rosa, quien ofreció las primeras pistas para apresar a los presuntos responsables del hecho.
Relató que llamada fue hecha a una casa del barrio Pekín, donde solo vivían mujeres, por lo que en principio se ignoraba la persona que la recibió, por lo que se decidió visitar a los novios o maridos de ellas, hasta ubicar a de la Rosa.
El mayor Medina Abud dijo que, cuando halló al mecánico en el taller donde trabajaba, le pidió que le mostrara el celular por donde había llamado y que observó que la faltaba la tapa protectora, la que había sido encontrada en la escena del crimen la noche en que se produjo la tragedia.
El celular llegó a las manos del mecánico como pago de la reparación de una pasola que le hizo a uno de los inculpados, días antes de producirse el asesinato de la estudiante de medicina.
De la Rosa fue sometido a la justicia junto a Angelo Iván Ventura Herrera, Francis de Jesús García, Ricardo Alejandro Reyes Martínez y Amaurys Germán Tavárez, pero fue beneficiado con un auto de No Ha Lugar el 17 de enero.
Tras su libertad, de la Rosa pasó a ser testigo de cargo y se espera que pueda testificar hoy, en la continuación del juicio. Los demás testigos pendientes de prestar declaraciones son el médico Esmeraldo Martínez, los fiscales adjuntos Miguel Ramos y Alba Iris Rojas de Ceballos; el teniente coronel Angel Macey Sosa y el segundo teniente José Alberto Morel Olivero.
El Segundo Tribunal Colegiado está encabezado por la licenciada Herminia Rodríguez y completado por los licenciados Yovanny Mercado y Osvaldo Castillo.
Los encartados son defendidos por Juan Carlos Abréu y María Sánchez, mientras que Jenny Verenice Reynoso actúa como representante del Ministerio Público y el actor civil es integrado por Lorenzo Fermín y Radhamés Acevedo.