La colección incluye cuatro tazas de café, cuatro platos tamaño postre, dos platos decorativos y cuatro ceniceros. Cada pieza exhibe motivos diferentes. En el año 2003 fue presentada la primera colección, teniendo como invitado al afamado pintor Dionisio Blanco. En cada una de las piezas el artista dejó plasmado el sello que lo caracteriza: los "sembradores" y "campesinos sin rostro". La propuesta fue todo un éxito, lo que sirvió de estímulo para que hoy en día los clientes esperen ansiosos este regalo que Cuesta pone a su disposición para halagar a mamá en el mes de mayo. En el 2004 el colorido de la pintura de Guillo Pérez protagonizó la propuesta, y ante tanto derroche de arte y belleza, la acogida no se hizo esperar. Fueron muchas las personas que se dieron cita en la tienda para adquirir las piezas que irían engrosando su colección de tazas y platillos pintadas por artistas dominicanos. Este respaldo comprometió a los ejecutivos de Casa Cuesta a continuar llevando hasta sus clientes el arte dominicano plasmado en tazas y platillos. Esto dio como resultado una tercera entrega realizada en el 2005. En esa oportunidad, los clientes tuvieron el privilegio de coleccionar la poética calma de la pintura penetrante de Cándido Bidó. Con su singular estilo, en que abundan los colores y las formas, el experimentado artista llenó las expectativas de quienes apuestan a tener en su casa una colección de calidad. El 2006 sirvió para ampliar la propuesta, y qué mejor momento que la celebración de los 100 años del natalicio de Yoryi Morel. Autorretrato, flamboyanes, fiesta campesina, pelea de gallos y otras obras que lo han catapultado adornaron cada una de las piezas que conformaron la colección de ese año. En esa oportunidad los clientes tenían un doble motivo para adquirir la muestra: continuar coleccionando las piezas año tras año y tener a mano el arte del legendario artista. Piezas para colección que muestran el arte dominicano Como las demás entregas, los ejecutivos de Casa Cuesta esperan que una vez más sus clientes queden complacidos con la entrega que año tras año hacen, como un aporte al desarrollo del arte dominicano. Al igual que los años anteriores, la cantidad de las obras es limitada. Aunque, conociendo la gran demanda que tienen, cuentan con una gran reserva para suplir al público. Las piezas de la colección estarán a la venta a partir de hoy, a las 6:00 de la tarde, momento en el que se realizará la presentación y lanzamiento de la quinta colección "Arte de Café" de Casa Cuesta. Con esta quinta entrega, Casa Cuesta continúa poniendo en las manos de sus clientes exquisitas piezas de colección que exaltan la obra de consagrados pintores dominicanos. El pintor nacido en Monte Cristi en 1931. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes y posteriormente se graduó en la Academia de San Fernando en Madrid. Su incursión en los dominios del dibujo y la acuarela lo acreditan como un magnífico artista, mostrando además condiciones excepcionales en el difícil arte del mural. Parte de su obra fecunda se conoce a través de los retratos de nuestros ambientes naturales, idealizando las bellezas femeninas de nuestra tierra, pintadas como protagonistas de sus marinas. Su pintura se caracteriza por un realismo apretado y ambiental. Utiliza una gama de colores, donde el gris, el rojo, el verde y el azul aparecen degradados de manera matizada y sobria. Es una pintura que se apoya en dos compartimientos: retrato de tipo académico y paisajes con detalles convencionales. Su incisivo realismo permite que el espectador se deleite con la metáfora del color que logra imprimirles a sus marinas, de manera plácida y serena. Sus obras se encuentran en colecciones privadas en Estados Unidos, Panamá, Honduras, Venezuela, Colombia, Chile, Argentina, Uruguay, Perú, España, Puerto Rico, Alemania, Francia y Japón. Una de sus últimas exposiciones de treinta y dos piezas en total tuvo lugar en la Galería Nader en el año 1974. En 1988 presentó una exposición en el Centro de Arte. Falleció en Santo Domingo en 1996. Andújar fue un pintor de academia, y su obra es motivo de orgullo para los dominicanos. Quien conoce de la plástica sabe que el buen arte, como su obra, es eterno. |