SANTO DOMINGO.-El candidato presidencial del Partido Revolucionario Independiente, Trajano Santana, acusó al presidente Leonel Fernández de encarnar un neobalaguerismo con prácticas mal sana de hacer política, que en su opinión, afecta el sistema democrático.
Conforme a Santana, el mandatario utiliza las mismas práctica clientelistas de hacer política que los partidos Revolucionario Dominicano y Reformista Social Cristiano que va en detrimento de las organizaciones minoritarias.
Indicó que el presidente Fernández hizo uso de bellaquerías políticas y de los recursos del Estado en contra de su rival interno, Danilo Medina, lo que estima sería más agresivo con los partidos políticos contrarios en la contienda del 2008.
Indicó que el jefe del Estado encarna genuinamente las prácticas del fenecido líder del PRSC, Joaquín Balaguer, con el mismo librito de gobernar desde la caída del dictador Rafael Leonidas Trujillo.
“El PLD, PRD y PRSC conforman un sistema integrado por los tres partidos tradicionales, los cuales en su tiempo han recurrido a la misma practica, sin que nadie pueda fiscalizar, ni poner termino a esta situación malsana”, indicó.
El candidato presidencial del PRI estimo que la población está harta de las políticas económicas y sociales que aplican las organizaciones tradicionales.
Santana exhortó a la Junta Central Electoral establecer mecanismos de control para evitar el uso de los recursos del Gobierno, el Congreso y los ayuntamientos.
También pidió establecer tope a la publicidad de los partidos tradicionales a los fines de que no ahoguen con sus recursos a las organizaciones emergentes.
“A lo que aspiramos es a que todos podamos competir en igualdad de condiciones, que no existan privilegios y sobre todo que no se permita el uso de los recursos públicos en detrimentos de los partidos emergentes y del sistema democrático”, indicó.
Santana explicó que por las razones expuestas, el PRI propone un programa que implica una práctica diferente de hacer política, un giro sustancial en los aspectos económicos, morales e institucionales, que conlleve a la verdadera transformación democrática, para cambiar el rumbo hacia donde “nos llevan los tres partidos, el balaguerismo, el perredeísmo y el neobalaguerismo”.