No 30 años, sino la vida entera en prisión, debió ser la condena de Gregorio Martínez Cuevas, el hombre que cortó las dos manos a Dolfi Angelina González porque no quería regresar al amor retirado.
¿Acaso somos los nombres dueños el amor? ¿No podemos asimilar que ellas tienen derecho a no amarnos cuando lo consideren pertinente?
No estaré de acuerdo, nunca, con que mi sexo maltrate física y emocionalmente a la mujer.
Ellas son bellas flores regadas en el jardín de la vida para compartir lo dulce y lo amargo. Son, ellas, la garantía de la reproducción, la buena educación de los hijos y el par necesario para el desarrollo de la familia.
Entonces, ¿por qué maltratarlas?
Están bien que no pongan un centavo en la cuenta, pero no hay derecho alguno para el matrato.
La Procuraduría de la Mujer informó más de 200 mujeres perdieron la vida el año pasado en el país y 30 en lo que va de año, a consecuencia de los golpes y la violencia entre parejas y las familias. Una cifra escandalosa, si se compara con España, como la analizó la magistrada Roxana Reyes, que dice que en España el número de muertos llega a la mitad.
Que se detenga la violencia contra las mujeres.