El Síndico Roberto Salcedo debe reaccionar ante el rechazo de gran parte de la población a algunas medidas que ha tomado el Ayuntamiento del Distrito Nacional, antes de que sea demasiado tarde y pierda la credibilidad que ha ganado su gestión.
En primer lugar, el ADN la emprendió con la naturaleza y viene realizando una serie de sustituciones de árboles emblemáticos como son las Caobas, los Robles, y otros que brindan sombras y frescor a los transeúntes y lugareños para poner en su lugar costosas Palmeras.
La agresión de que fue objeto el Parque Duarte puso la tapa al pomo, debido a que los dos árboles que les fueron cercenados, eran los que daban más sombra al entorno y según beneficiarios, éstos tenían allí más de 30 años.
No es cierto que tan frondosos arbustos dañaron los adoquines del parque, ubicado en la calle Hostos con Padre Billini, esa justificación quedo desmentida cuando cuidadosamente revisé el pavimento y no vi ni una sola fisura. Entonces, en quién creer.
Como si esto fuera poco, el Secretario General del ADN, Domingo Contreras, en tono de burla dice que si los residentes en las zonas afectadas, con la sustitución de árboles, quieren les regalan los despojos de las plantas para que comprueben que ya esas matas no sirven y hagan con ellos lo que quieran.
O sea, que con esos pedazos de madera pueden hacer carbón, utilizarlos para asados y parrilladas, así les ahorran al ADN tener que quitar los escombros que dejaron con el arboricidio que cometió.
Rescate de la Zona Colonial
Al corte de los árboles se le agrega una carta enviada por el ADN y firmada por Neris Martínez, avisándoles que deben cambiar los aires acondicionados, especifica que deben sustituir los toldos con colores blancos o cremas, cambiar el cableado, no sacar sillas a las aceras y un sin número de exigencias.
A esta misiva le acompaña una especie de acto de alguacil, firmada por un supervisor del ADN advirtiéndoles que deben cambiar los aires a partir del 30 de este mes o de lo contrario el cabildo se tomará la demanda y los quitará, al igual pintara las casas, cambiara los toldos y le pasará la factura.
Por Dios ¿en donde estamos viviendo?, como se les puede obligar a esas familias a buscar recursos de donde no tienen, como se justifica eso. Además, con quienes se reunió el Síndico Roberto Salcedo para plantearles que el remozamiento de la Zona Colonial se realizaría con la colaboración de los residentes y para investigar cual era la disposición monetaria de esas familias. Como es eso de que se les informa a través de una carta, o es que se perdió el nivel del Dialogo.
Es evidente que tanto Roberto Salcedo debe hacer conciencia de esa actitud, como la población debe despertar a tanto atropellos que en nombre de la modernidad se cometen en su contra.
Si bien es cierto que la ciudad de Santo Domingo en la Gestión de Salcedo luce más limpia y ordenada que en las anteriores, también es cierto que el alcalde debe hacer un análisis concienzudo de las áreas que en verdad necesitan las sustituciones de árboles e ir en auxilio de los mercados que prometió en campaña sanear, de los cuales ninguno se ha terminado.
Decimos esto porque en partes, podríamos pensar que las palmas en verdad son un negocio( Ver la cercanía de las matas en las orillas del Centro Olímpico)y que las zonas que en verdad lucen arrabalizadas no son atendidas, las cuales deben de dárseles prioridad. No se trata de lavársele la carita a la Ciudad, sino de ir en auxilio de los barrios, los cuales además de tener calles con zanjas por doquier, no están iluminados (Roberto también prometió iluminar las principales calles, no lo ha hecho).
Entonces, no se trata de que se ha politizado la denuncia. Señor Síndico felicitamos su trabajo, pero creemos que debe poner atención a las voces, que más bien alertan ante ciertas actuaciones que creen desacertadas.