SANTIAGO.- El empresario Adriano Román, quien guarda prisión acusado de ser el autor intelectual del intento de asesinato de su ex esposa Miguelina Llaverías, negó anoche esa versión, al comenzar a deponer en el proceso que se le sigue a él y otras tres personas. El juicio de fondo es conocido desde el viernes de la semana ante pasada en el Primer Tribunal Colegiado de aquí cuyo presidente interino, Wilson Francisco Moreta, se vio en la necesidad de suspenderlo hasta las 10 de esta mañana por la oscuridad que reinaba en la sala, producto de la falta de energía eléctrica.
Del intento de asesinato se acusa como autor material a Dámaso Nova Peralta, señalado en audiencias anteriores por la víctima y el señor William Román como la persona que disparó contra Llaverías. Además de él y Adriano Román, están co inculpados Fausto Aris Pérez Díaz y Angels Manuel Carela Castro, el último administrador de una compañía de detectives privados.
En el momento en que el juez Moreta decretó la suspensión del juicio Román respondía preguntas que le formulaba el Ministerio Público, representado por Jenny Berenice Reynoso y Fernando Mercado. La oscuridad impedía la lectura de los documentos.
Además del juez presidente Moreta (quien reemplaza a la titular, Anelis Torres de Acosta, porque está de vacaciones) completan el tribunal Acacia Reyes Castillo y José Rafael de Asís.
En su exposición, Román dijo que nunca ha tenido interés en que muera su antigua esposa. “No hay razón para que yo quiera que ella esté bajo la tierra, porque en nada me beneficia que esté muerta y ojalá pueda morir después que yo”.
El hecho de sangre, de donde Llaverías resultó con una herida en la cabeza que estuvo a punto de terminar con su vida, ocurrió la tarde del cinco de octubre del 2005, en el momento en que ella se aprestaba a ingresar a su apartamento, ubicado en el reparto Oquet, de esta ciudad.
En su intervención de ayer, el señalado por su antigua esposa de haber fraguado su asesinato, dijo que de los tres co inculpados sólo conocía antes del hecho a Carela Castro “porque en dos ocasiones contraté sus servicios para darle seguimiento a dos mujeres”.
Una parte de su testimonio el empresario Román lo acompañó con documentos, especialmente cartas enviadas por su hija Julia Miguelina Román Llaverías, en las que mostraba su gratitud por diferentes acontecimientos ocurridos entre la familia varios años atrás.
Previo a la presentación del alegado autor intelectual del intento de asesinato, expusieron ante el tribunal su hija antes mencionada y el esposo de esta, Frank Augusto Lora. Aunque también ocupó el puesto de testigos, la licenciada Mena Colón se negó a responder preguntas.