Cada vez que leo las opiniones de personalidades notables de la vida nacional, no importa desde que ángulo digan sus propuestas: Oficial, militar, sector económico, sector religioso, etc. Siempre subyace un interés de grupo o de partido; es doloroso ver como hoy una opinión sobre la necesidad de que el Presidente de la Republica y candidato por el Partido de la Liberación Dominicana, tome una licencia para hacer campaña en igualdad de condiciones con los candidatos por la oposición, es respondida por el Vice-Presidente con un recordatorio de que el personaje que hace la propuesta (Juez de la Junta Central Electoral) es perredeista y que no hizo la propuesta cuando Hipólito Mejía estaba en la misma situación.
Así no avanzaremos nunca; mientras sigamos haciendo cosas y permitiendo cosas amparados en lo que hizo o no el gobernante o los gobernantes pasados, seguiremos repitiendo hasta el infinito los yerros que mantienen nuestra sociedad atada a la conducta subdesarrollada de apoyar nuestras conductas políticas basadas en que lo que hagamos mal si lo hizo otro no es malo. Si habla un peledeísta o amigo del partido de Gobierno, no es una opinión política, es de un ciudadano, no así con los demás.
El Señor Vice-Presidente, Dr. Rafael Alburquerque, un profesional de profunda formación académica y social, no puede argumentar, no tiene lógica, que solicitar al Primer Mandatario de la Nación que se acoja a una licencia cuando se abra el periodo electoral, es una afrenta de un juez que pertenece al Partido Revolucionario Dominicano, descalificándolo por ese hecho; pero lo que olvida nuestro distinguido segundo hombre de la nación es que el PLD, partido al que el pertenece, prometió hacerlo todo diferente al PRD y sus pronunciamientos dicen que lo que tratan ellos, los morados, es de remedar al gobierno pasado (del PRD) e incluso superarlo en todo lo malo.
Si es necesario que el Presidente de la Republica y candidato a la reelección se tome unas una licencia para hacer campaña, que como dijo el Juez, también se cuide de usar los recursos del Estado para hacer Campaña ya que hacer caso omiso a esto podría general un desconocimiento de la legitimidad de su posible victoria en las elecciones del 2008; pero aun mas, se podría general una situación de ingobernabilidad ante lo que se vería como el uso de poder para mantenerse en el gobierno y eso no es mas que una DICTADURA.
Si estamos en un Estado de Derechos como proclama a los cuatros vientos nuestro Presidente, es hora de que comencemos a respetar las reglas del juego democrático que establecen igualdad de condiciones para las elecciones de las autoridades; que el voto de los ciudadanos se procure sin el uso de los recursos bajo su dirección como administradores de la cosa publica que son hoy día.