Pese a la merma en del poder adquisitivo en los ingresos de los dominicanos, fruto del constante aumento de los artículos y servicios de primera necesidad; durante los días que preceden al último domingo de mayo los centros comerciales, tanto exclusivos como populares y tradicionales; así como los negocios pequeños, informales y ambulantes, experimentan un repunte en sus ventas.
Y es que la celebración del "Día de las Madres", por su significado y tradición, se constituye en una jornada activa para la economía, donde se mejoran de manera considerable los beneficios del sector productivo, tanto en la República Dominicana como en muchos otros países del mundo.
UNA TRADICIÓN QUE PESA
Pese a que muchos confiesan que no comparten el espíritu comercial de esta celebración, porque "los días de las madres deben ser todos los del año", al final, ceden al poder de la costumbre y abarrotan las tiendas en busca de un regalo o detalle acorde con su presupuesto, para su madre, abuela, suegra, tía, hermana o comadre.
En la avenida Duarte, una de las principales arterias comerciales del país, los vendedores ambulantes y negocios informales se han adueñado de las aceras, lo que sumado a la situación creada por los trabajos de construcción que en la actualidad se realizan en plena calle y hasta en las calzadas, dificulta más el tránsito entre los angostos espacios que quedan disponibles.
Pero el flujo de compradores también aumenta, aunque se hace menos visible, en los centros comerciales exclusivos, dirigidos a las personas de mayor nivel económico y con ingresos superiores.
Para el "Día de las Madres" se vende de todo. Los regalos van desde los tradicionales hasta los modernos: cristalería, utensilios de cocina prácticos y económicos, populares o sofisticados electrodomésticos, prendas de vestir, perfumes, accesorios, joyas, bisuterías, celulares, computadoras, vehículos y hasta viviendas. Se mueven todos los sectores de la economía.
Las ofertas, concursos, combos, descuentos y facilidades de pago en ventas a crédito están a la orden del día. Todo parece facilitar la labor de recompensar a las madres con un regalo o permitir a los comerciantes obtener una ganancia superior a la usual.
Algunos que alegan que sus madres "no necesitan nada" y optan por darles un regalo en efectivo, para que "hagan lo que quieran". Otros las invitan a cenar o les envían flores, por lo cual la capacidad de muchos restaurantes y floristerías resulta insuficiente ante la demanda suscitada en esta época.
Pero aun con el visible flujo de compradores que abarrota las tiendas y establecimientos de ventas y el frenesí que caracteriza la celebración del "Día de las Madres", que es ya una fecha clave en para el comercio; las opiniones de los propietarios y gerentes de negocios están divididas, unos admiten un aumento de la las ventas con respecto al año pasado y otros aseguran que han disminuido.