Mis artículos son siempre verdes, porque siempre son de contenido científico. Pero como este problema de INACIF es demasiado importante, y amenaza resolverse “evitándose”, despreciando el aporte de los forenses, deseo proponer el involucramiento de la persona que hace de director, coordinador de las ciencias forenses, es decir, del INACIF. Un director –de lo que sea– es el hombre grande, es de quien se espera que hable para salir a camino en una problemática determinada. El escenario al que se le llamará es la Vista Pública, esta vez en la Cámara de Diputados.
El proyecto sorpresa de creación del INACIF, aprobado en segunda lectura en el Senado no es toda la crisis que se cierne sobre la comunidad de forenses y sobre el Instituto Nacional de Patología Forense. Existen dos planos muy distintos en esta situación creada: el político vs el científico. El país se ha llenado de los primeros. Es muy común que sin conocimiento de una ciencia, personas ocupen posiciones directivas, para que los científicos le ayuden en sus nuevos desempeños.
La oposición al proyecto es porque el proponente es un político y no la comunidad de forenses (médico, psicólogos, otros especialistas de la criminalistica), que poco a poco empiezan a tomar conciencia. Se ignora quién pudo haberlo redactado, pero las instancias que realizan proyectos legislativos como el que se discute ahora, no deben ser personas individuales, sino una facultad de Medicina, o el mismo Instituto Nacional de Patología Forense, el Colegio Médico Dominicano en colaboración con la Policía Científica de un país en el nivel en la que ésta se encuentre.
El INACIF no es un instituto moderno. Y no creo en lo personal que sea realmente un instituto, ya que cotejando las operaciones principales que realiza éstas se llevan a cabo con mayor eficacia en otras instituciones. Si la autopsia es la operación medicolegal más importante en la medicina forense, es claro que las mismas se llevan a cabo en el INPF, además de que allí se forman los recursos humanos que la practican. Si los fiscales reciben respaldo científicos en sus investigaciones de casos criminales, es claro que abrevan en la Policía Científica de la PN. El país tiene derecho a saber que los fiscales no acuden ni una sola vez al INACIF, que el Consejo Directivo tampoco funciona.
Una razón que preocupa a los forenses es que el INACIF tiene que fundirse con el Instituto Nacional de Patología Forense y con la Policía Científica, o de lo contrario no será el verdadero órgano de la investigación criminal. ¿Está eso establecido en el proyecto?, luego ¿qué puede ser más importante? Tenemos, entonces, que son tres y no uno, los directores de organismos forenses. El nuevo proyecto aprobado debe resolver la cuestión de la integración entre estas dos estructuras.
El actual director se ha ocultado durante los dos años que está al frente. A pesar de que quien suscribe le reclamaba que debía ir personalmente a los casos graves y sonados, dar conferencia de prensa, dar la cara, y lo que ha hecho es “estirar el tiempo, para que su gestión pase sin problemas”. Nada más iluso, pues, la naturaleza de la institución exige un compromiso agobiante, y una personalidad regia para el puesto. Los mismos médicos forenses del organismo han puesto en duda que haya ganado mediante un concurso diáfano, y se habla de asignación unilateral. El debe demostrar que ganó sin la ayuda de alguien, debe referirse sobre su experiencia en el área, revelar su calidad y mostrar el equipo que lo acompaña, ya que existe también de nuestra parte oposición sobre los profesionales que ocupan posiciones de dirección.
Los principales científicos forenses no visitan el INACIF y no están de acuerdo con el mismo. Sarita Valdez ha sido profesor de casi todos los médicos forenses del país, y nunca ha entrado al edificio que aloja el INACIF. Eso explica que sus artículos se ensañen contra el problema creado por los que diseñan en el INACIF.
Los organismos que investigan crímenes para el sistema de administración de justicia exigen como primera condición que dichos organizaciones funcionen de acuerdo a los estándares internacionales, y como segunda regla (una no existe sin la otra), que deben tener al frente a científicos de las ciencias forenses. Creo que hay un falso director en el INACIF. Y ahora que el proyecto pasará a la Cámara Baja, es el momento de que este director se presente a defender su función, explicar su papel en el proyecto que se ha dado a conocer. Los peritos forenses que aspiramos dirigir y organizar este instituto también presentaremos una oferta de ley para impedir que el proyecto propuesto pase así como está, con un verdadero organigrama y con un estatuto más apropiado.
Aquí termino. No sin antes dejar mis excusas por las molestias que le estoy ocasionado al joven director, decirle que nada de esto es personal, sino profesional. Porque en tareas como éstas, la capacidad de crítica es común, si no, mejor nos dedicamos a otra cosa. Si pedimos la renuncia del director, es por temor a que si el proyecto vence a los forenses, no pueda continuarse así, es decir, que si diga: que durante un período de dos (2) años contados a partir de la publicación de la presente ley el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) permanecerá adscrito orgánicamente y financiamiento a la Procuraduría General de la República, aunque funcionalmente independiente, de acuerdo con las normas establecidas en la presente ley (sic).