SANTO DOMINGO.-La doctora Milagros Ortiz Bosch considera que los integrantes de la Cámara de Cuentas deben renunciar a sus puestos, y en caso de que no lo hagan ser relevados por el Congreso Nacional y los partidos políticos que los designaron, como una forma de cambiar el derrotero de deterioro moral que presenta la sociedad dominicana. Los señores miembros de la Cámara de Cuentas han violado la Ley de Austeridad de reciente promulgación, y la ley orgánica que rige a ese organismo, y por eso su destitución constituiría un ejemplo de que los primeros en respetar las leyes deben ser los encargados de hacerlas cumplir, afirmó.
“Sustituyendo a los miembros de la Cámara de Cuentas por violar las leyes estaremos inculcando valores éticos a la sociedad, y eso significa que estaremos diciéndole al atracador de las calles que hay que respetar las leyes, lo mismo que al funcionario del Estado de cualquier nivel, que no se puede apropiar de los bienes públicos, no al menos sin recibir el castigo que establece la ley”, dijo la ex vicepresidenta de la República en el espacio de educación ciudadana Milagros desde la Z, que conduce por la radioemisora Z-101.3 FM.
“La violencia y la delincuencias desatada, el desorden que se observa en muchos aspectos de la vida nacional es una consecuencia directa del incumplimiento de las leyes y la Constitución precisamente por parte de quienes son los encargados de hacerlas cumplir, y esta situación de la Cámara de Cuentas es un buen momento para empezar a poner ejemplos”, precisó.
Ortiz Bosch observó que al incrementarse desproporcionadamente sus sueldos, los integrantes de la Cámara de Cuentas vulneraron la Ley de Austeridad, número 497-06, que de manera específica establece que debieron bajarse sus sueldos en un 15%, y no aumentárselo en alrededor de un 72% por ciento, al incrementarse sus ingresos de 261 mil 068 a 449 mil 994 pesos.
Violaron además esa ley, dijo en su comentario, en el apartado que encarga “al Contralor General de la República y a la Cámara de Cuentas la obligación de velar por el cumplimiento de esta ley, así como de aplicar las sanciones correspondientes”.
También, insiste, desconocieron la propia Ley Orgánica de la Cámara de Cuentas, 10-04, la cual establece que sus miembros “deben promover una gestión ética, eficiente, eficaz y económica de los administradores de los recursos públicos y facilitar una transparente rendición de cuentas de quienes desempeñan una función pública o reciben recursos públicos”.
“Precisamente”, enfatizó, “el incumplimiento de la normativa que debían cumplir y hacer cumplir los miembros de la Cámara de Cuentas ha generado en la opinión pública un cuestionamiento ético, una reserva hacia la confianza que se les debía tener para poder controlar a los miembros de las demás poderes del Estado, y por eso ellos mismos, como ha hecho el presidente del Banco Mundial, deben renunciar al evidenciarse la violación de la normativa ética y la vulneración de la ley de la institución que dirigen”.
Argumentó que debían renunciar pero como no lo han hecho ni al parecer pretenden hacerlo, corresponde al Senado de la República y a los partidos políticos que los designaran, adoptar la decisión de sustituirlos”, expuso.
Ortiz Bosch recordó que hace el reclamo con la calidad moral de haber sido ella, como presidenta de la Comisión de Modernización y Reforma Institucional del Congreso Nacional, quien junto a otros legisladores incluyó a la Cámara de Cuentas en ese proceso de independencia y fortalecimiento de los poderes públicos.
“Esa inclusión, que no estaba contemplada originalmente”, expuso, “la hicimos como una forma de conformar un poder contralor eficiente y transparente, con calidad para auditar y controlar a los demás poderes públicos, pero con esta actuación los señores miembros de la Cámara de Cuenta se han descalificado y se han burlado de la intención reformadora y de fortalecimiento institucional para la cual se les dio independencia administrativa y presupuestaria”.
Dijo que la señalada reforma responde a los esfuerzos de varias generaciones de dominicanos y dominicanas por fortalecer la independencia de los poderes públicos y la institucionalidad democrática, para trazar normas de conducta moral y ética a toda la sociedad, no para el beneficio económico de grupos o de personas, mucho menos en momentos en que una gran parte de la población vive en situación de pobreza y pobreza extrema.
Este señalamiento, amplió, es válido para funcionarios de otros poderes del Estado que se han puesto altos sueldos, que perciben ingresos tan cuantiosos que resultan ofensivos ante la pobreza y las limitaciones en que desenvuelven sus vidas una gran cantidad de dominicanos y dominicanas, muchos de los cuales padecen malnutrición y tienen que acostarse hambrientos junto a sus familiares.