SANTIAGO.- La licenciada Susy Pola, dirigente nacional del Movimiento de Mujeres Dominicanas, y trabajadora por la equidad e igualdad de los hombres y mujeres, calificó como “positiva y aleccionadora” la sentencia dictada en la madrugada del viernes por un tribunal de aquí, en contra del empresario Adriano Román, acusado de fraguar el asesinato de su ex esposa Miguelina Llaverías. La abogada estimó que el dictamen del Primer Tribunal Colegiado de este distrito judicial debe conectarse con los hechos acontecidos hace 29 años, cuando Román golpeó y torturó a su entonces esposa, pero que salió de prisión con el pago de una multa de 100 pesos.
El pasado viernes en la madrugada, los jueces de dicho tribunal, le hallaron culpable de haber ideado el intento de asesinato de Llaverías, el dos de octubre del 2005, por lo que fue condenado a 20 años de prisión y cinco millones de indemnización, en beneficio de la víctima.
El principal inculpado es Dámaso Nova Peralta, a quien se le impuso una pena de 30 años de cárcel y 10 millones de multa, en tanto que Engels Manuel Carela Castro y Fausto Aris Pérez Díaz corrieron la misma suerte de Román.
Pola, quien también pertenece al Núcleo de Apoyo a la Mujer, definió a Román como “un típico agresor de violencia de género contra la mujer, que ha mantenido esa conducta por muchos años, pero por fin la justicia ahora actuó de manera diferente a como lo hizo en 1978”.
Dijo que tanto el caso de Llaverías como el de Vanessa Ramírez Faña, que se inscriben en el tema de la violencia basado en el género “da un poco de vigencia y dan un poco de esperanza en el sentido de que los jueces comienzan a entender el complejo problema de las agresiones a las mujeres”.
Otras entidades que respaldaron a Miguelina Llaverías en el proceso judicial son la Coordinadora de Mujeres del Cibao, Mujer Iglesia, así como la subsecretaría de la Mujer y la encargada de la Oficina Provincial de la Mujer. Pola definió a Llaverías como “una sobreviviente de la violencia contra la mujer”.
El grupo fue procesado bajo las acusaciones de intento de asesinato y asociación de malhechores. Llaverías recibió un disparo a quemarropa que el tribunal consideró le hizo Nova Peralta, penetrando el proyectil por el lado derecho del cuello y saliendo por la parte izquierda de la cara.
Segundos después de pronunciarse la sentencia la víctima, quien permanentemente estuvo en la audiencia, dijo sentirse conforme con la sentencia evacuada por dicho tribunal, presidido interinamente por Wilson Francisco Moreta y completado por Acacia Reyes Castillo y José Rafael de Asís Burgos.
La señora Llaverías aprovechó el jueves en la noche la última oportunidad que le ofreció el tribunal para agregar lo que deseara al testimonio que ofreció una semana antes, cuando señaló a Nova Peralta como su atacante.
El jueves en la noche mostró la blusa manchada de sangre que llevaba puesta al momento de recibir el disparo en el lado derecho del cuello, proyectil que salió por la parte izquierda de la cara, así como la cartera que tenía consigo esa tarde.
Asimismo, una foto que se le tomó en 1978, días después de la tortura a la que fue sometida por Román, y en la que se observan golpes en la cara y el brazo izquierdo.
La señora Llaverías aprovechó la ocasión para definir el juicio como “largo y vergonzoso”, al tiempo de informar que teme por su vida, las de los nietos y de su esposo Frank Augusto Lora. Mirando directamente a los ojos de Adriano Román, la dama reiteró su acusación de que fue el autor intelectual de su intento de asesinato “aunque es el padre de mis hijos”.
Cuando el tribunal le dio la oportunidad al empresario Román, este ratificó que nada tuvo que ver con el hecho, alegando que no tiene razón para desearle ningún daño a Miguelina. “No tuve nada que ver con el hecho, a ella le tengo aprecio y lamento muchísimo lo que le pasó”.
De su lado, Nova Peralta resumió su intervención de cierre aduciendo que nunca ha intentado siquiera matar a nadie “y mucho menos a una dama, porque soy hijo de una mujer”.
Mientras que Carela Castro, al tiempo de desligarse del intento de asesinato, aseguró que tuvo la oportunidad de evitar ser incluido en el expediente como acusado “porque la fiscalía me propuso que fuera su testigo de cargo, señalando a Román como el autor intelectual y, como no me dejé chantajear, me sometieron como cómplice”.
El otro inculpado, Pérez Díaz, también se proclamó inocente “y soy víctima de una trama de la fiscalía, pero estoy confiado tanto en la justicia divina como en la de los hombres”.
Román fue defendido por el doctor Carlos Balcácer y el licenciado Francisco Taveras; Arístides Trejo Liranzo tuvo la responsabilidad de postular en beneficio de Carela Castro; Nova Peralta fue asistido por el defensor público José de los Santos Hiciano y José Reynoso a Pérez Díaz.
El Ministerio Público estuvo representado por los fiscales adjuntos Jenny Berenice Reynoso y Fernando Martínez, en tanto que los licenciados Jordy Veras y María Alejandra Veras Pola actuaron en representación del actor civil.
Todavía anoche se ignoraba si la Defensa Pública y los abogados de los demás inculpados apelarían la sentencia, una vez sea leída de manera íntegra el próximo viernes en ese tribunal, a las nueve de la mañana.