SANTIAGO.- Un total de 685 viviendas, la mayoría de ellas localizadas en las riberas de cañadas y arroyos, sufrieron inundaciones el pasado fin de semana, como consecuencia de las torrenciales lluvias registradas en esta ciudad, sin que se produjeran víctimas humanas. Así lo informó esta mañana Francisco Arias, director regional de la Defensa Civil, quien atribuyó la frecuencia con que se están produciendo los desbordes de las aguas al lanzamiento a sus cauces de grandes cantidades de desperdicios sólidos, entre ellos hierros y metales.
Explicó que, aunque en los últimos días ha llovido copiosamente en esta ciudad, las lluvias del sábado en la noche fueron las que más daños provocaron, pero que ya todo ha regresado a la normalidad, aunque persiste la alerta amarilla determinada por la Defensa Civil.
Entre los lugares que registraron cantidad de casas inundadas, Arias identificó a Hoyo de Puchula, La Javilla, Hoyo de Bartola, Villa Liberación, Hato del Yaque, Jacagua, la Cañada de Vuelta Larga, El Fracatán, Hoyo de Julia, Las Mercedes, Las Cayenas, Ingenio Abajo, Gurabito, así como los barrios La Esperanza y Los Santos.
Señaló Arias que, a pesar de la gran cantidad de casas afectadas por el desborde de las cañadas y arroyos, ninguna persona resultó lesionada y que ya los propietarios de las viviendas regresaron a ocuparlas “pero se les ha informado que deben tomar las precauciones de lugar, ante la inminencia de que vuelvan a producirse aguaceros”.
“Para auxiliar a las víctimas de posibles nuevas inundaciones, la Defensa Civil, La Cruz Roja y los Bomberos se mantienen a la expectativa, a fin de brindar la ayuda que precisen los afectados, ante cualquier eventualidad”, refirió.
Sobre la facilidad con que últimamente se están produciendo inundaciones, tanto en cañadas como en arroyos, calles y avenidas de la ciudad, Arias lo atribuyó a la enorme cantidad de basuras que son lanzadas en esos lugares, especialmente en el momento en que se producen los aguaceros.
“Se está haciendo común que la gente aproveche las lluvias para colocar en los contenes sacos llenos de basura, mientras que otros se dan a la tarea de llevar hasta los cauces de arroyos y cañadas grandes pedazos de vehículos y motocicletas, lo que provoca el entaponamiento de las aguas y el consiguiente desborde de las mismas”, indicó.
El director regional de la Defensa Civil enfatizó que esos inconvenientes se producen con mayor frecuencia en el arroyo de Gurabo, por lo que es el primero en desbordarse, cuando en la ciudad se registran los aguaceros.