Varios especialistas en política ambiental advirtieron que el programa de arborización que ejecuta el Ayuntamiento del Distrito Nacional está incentivando el desmonte masivo de palmas adultas en todo el país, poniendo en peligro el hábitat de la Cigua Palmera, ave nacional de la República Dominicana.
Los ambientalistas Luis Carvajal, Renato Rimoli y Ramón Narpier reclamaron a la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales que defina su responsabilidad y explique la cantidad de permisos que ha otorgado para desmontar las palmas que están siendo trasladadas a la ciudad de Santo Domingo.
El planteamiento fue hecho durante una rueda de prensa convocada por el movimiento Santo Domingo Somos Todos para reclamar la detención de lo que define como una campaña de exterminio de las palmas adultas, patrocinada con fondos del Ayuntamiento del Distrito Nacional, en aparente connivencia con la Secretaría de Medio Ambiente.
Carvajal afirmó que “el programa de arborización del Ayuntamiento se está ejecutando de manera incorrecta, ya que las autoridades municipales no se ocuparon de desarrollar los viveros que demandaba el proyecto, que se ha planteado el objetivo de repoblar 40 grandes avenidas de la capital.
Indicó que además de resultar sumamente costoso, “el programa de arborización del Ayuntamiento está patrocinando el desmonte de palmas adultas en todo el territorio nacional con un fondo de 40 mllones de pesos, según han explicado las propias autoridades edilicias”.
Otra gran deficiencia del plan de arborización “es que las autoridades no se han ocupado de sembrar en la gente, es decir, educar a la población para que sea parte del proyecto y se comprometa con su desarrollo sostenible, en el entendido de que las autoridades pasan pero las comunidades permanecen”. Agregó que las autoridades han hecho todo lo contrario al desarrollar el programa de espalda a la población.
Denuncia violación ley 64-00
Renato Rimoli, por su parte, Se manifestó convencido de que con la extracción de las palmeras y otras especies de sus medios naturales se está violando la ley 64-00, sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales y emplazó a Roberto Salcedo o a las empresas suplidoras a mostrar los permisos de ley.
“Que pasa con la flamante Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales que ha enmudecido en este caso”, cuestionó Rimoli.
Sostuvo que “las autoridades municipales de la capital han irrespetado a los moradores del Distrito Nacional, y de manera especial a los de la zona colonial, produciendo cortes brutales de árboles y sustituciones sin consultar el parecer de los ciudadanos, siendo notable la falta de diálogo y el flujo de información a todos los niveles”.
Explicó que la ley 64-00 establece que en materia de gestión ambiental se deben socializar los proyectos con la comunidad afectada, asignando una importancia muy especial a los sectores sociales y comunitarios.
Dijo que las especies a utilizar en la foresta urbana deben ser seleccionadas de acuerdo a la localidad donde se quieren plantar y las características y conveniencias urbanas, y agregó que no se pueden trazar pautas generales sin tomar en consideración las condiciones sociales, culturales y la tradición popular de los pobladores.
Advierte daño a la Cigua Palmera y peligro de plagas
El periodista Ramón Narpier, director de la Revista Atajo y miembro del eqjuipo Ambiental de la Academia de Ciencias, advirtió que “retirar una palma de su lugar de origen no solo afecta el alimento y el hábitat de reproducción del ave nacional, la Cigua Palmera, sino que este aparente simple traslado moviliza especies de insectos y hongos que se pueden convertir en plagas al pasar de una región ecológica a otra”.
Dijo que en el caso de que se permita el traslado de plantas de un lugar a otro, de una región a otra, deben intervenir muchas instancias especializadas, entre las que se deberían encontrar Sanidad Vegetal, Gestión Ambiental, Vida Silvestre y Recursos Forestales entre otras, medidas que a su juicio no se están cumpliendo actualmente.
Indicó que los ayuntamientos pueden cortar árboles urbanos bajo determinadas regulaciones “pero no pueden legitimar la violación a las leyes, como lo ha hecho la del Distrito. Los funcionarios edilicios han declarado a todos lo medios de comunicación que compran las palmas, al precio que sea, se las compran a los dueños de fincas, así lo han dicho en franca violación a Ley 64-00. ¿Desde cuándo los dueños de fincas son dueños de las palmas que puso la naturaleza en sus predios?” .
Manifestó Narpier que “la acción inmediata a esta declaración debió ser contundente de parte de la Secretaria de Medio Ambiente, se debió iniciar una investigación exhaustiva de esa operación ilícita, acompañada de una visita urgente a los predios y fincas impactadas, debieron correr comunicaciones urgentes para suspender toda la maniobra, pero, quizás el temor de poner en evidencia a un “compañero del partido”, ponen a fallar a la Sindicatura del Distrito Nacional y a la Secretaria de Medio Ambiente, dos entidades estatales que profundizan el debate y ponen de manifiesto a un pueblo que protesta porque no quiere ser fallido.