MADRID, (IPS) – Las elecciones celebradas este domingo en España no introdujeron grandes cambios en los gobiernos regionales y municipales, pero transmitieron al gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) un mensaje de alerta para los próximos comicios generales. Esos comicios se celebrarán a más tardar en marzo de 2008, pero podrían ser adelantados por decisión del gobierno, que este domingo no sufrió lo que se podría calificar como derrota, pero sí una baja de sus votos, según los sondeos y el escrutinio de 99 por ciento de los sufragios que indican un virtual empate entre el PSOE y el derechista Partido Popular (PP).
El Ministerio del Interior informó, faltando contar seis por ciento de los votos, que el PP obtuvo 35,64 por ciento, seguido del PSOE con 34,9. En las elecciones celebradas en 2003 los socialistas sacaron una ventaja de 0,54 por ciento.
Los resultados finales se darán a conocer cuando se contabilicen los votos emitidos por correo, desde España y el extranjero, a finales de la semana próxima.
En Madrid, un punto de referencia para las elecciones generales, el PP ganó posiciones y la reelección del alcalde del municipio y de la presidenta de la Comunidad Autónoma, Esperanza Aguirre.
El actual alcalde y figura en ascenso del PP, Alberto Ruiz Gallardón, logró un 15 por ciento de votos más que el socialista Miguel Sebastián, cuando en la anterior elección, en 2003, la diferencia fue de apenas cinco por ciento entre los dos partidos.
La relevancia de los resultados en Madrid se debe a que el presidente del gobierno de España y líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, impuso al candidato de su partido para el municipio, Miguel Sebastián, saltándose la tradición de la designación en asambleas partidarias.
Sebastián, quien nunca militó como afiliado del PSOE, es conocido como hombre de confianza y principal asesor económico de Zapatero y se desempeñó como jefe de la oficina económica de la Presidencia hasta que renunció para postularse.
Esa imposición fue criticada por destacadas figuras del PSOE –como el ex presidente de la Comunidad de Madrid y actual diputado Joaquín Leguina–, que hablaron de falta de democracia.
Las disidencias dentro del PSOE y en especial las críticas al presidente por no apelar a las bases se deben inscribir entre los "resultados" de estos comicios y seguramente serán tema de debate en las próximas semanas. Algunos socialistas reclaman a Zapatero que concentre más su atención en el día a día de los ciudadanos y que aliente su participación.
Por otro lado, en varios lugares el PSOE ganaría espacios de gobierno por acuerdos con partidos minoritarios, si bien las dos fuerzas mayoritarias mantienen en general sus posiciones en las grandes ciudades y en las comunidades autónomas en las que se celebraron elecciones, 13 de las 17 que integran España.
Una novedad destacable es el ascenso de los votos nacionalistas en la Comunidad Autónoma de Navarra, donde gobierna el PP, que podría ser desbancado por un acuerdo entre el PSOE y Nafarroa-Bai (N-Bai), el nuevo partido nacionalista, que de ocho diputados pasaría a tener entre 14 y 16.
Otro posible cambio se daría en las islas Baleares, donde se produciría un empate entre el gobernante PP y el PSOE, lo que daría posibilidad a este último de pactar con la coalición Izquierda Unida y lograr la presidencia de esa comunidad. Además de Madrid, el PP seguiría gobernando en las comunidades de Valencia, Murcia, Castilla y León y La Rioja. El PSOE mantendría el gobierno en Extremadura, Castilla-La Mancha, Asturias y Aragón y podría –aliado con el partido regional– seguir gobernando en Cantabria, aunque allí el más votado haya sido el PP.
Izquierda Unida, cuya fuerza más importante es el Partido Comunista, es el tercer partido más votado, con 5,50 por ciento de los votos, algo más de medio punto porcentual que en 2003. La concurrencia a las urnas bajó en tres por ciento en relación a ese año, colocándose en 63,82 por ciento.