SAN CRISTOBAL.- Un ex sargento y antiguo cadete de la Policía Nacional fue condenado a 30 años de reclusión por el Tribunal Colegiado de Primera Instancia de aquí mayor por el asesinato a balazos de un joven, hecho de sangre que en octubre de 2006 causó consternación en la comunidad de Hatillo. El homicida condenado es Edwin de la Cruz Sanz, alias ‘El Pato’, quien ultimó de un tiro en la cabeza a Henry Custodio, apodado ‘Cocoliso’, a quien el primero quien el primero había advertido en varias ocasiones “que lo explotaré cuando lo encuentre”, amenaza que materializó el primero de octubre del año pasado.
La sentencia contra el occiso fue dictada por los magistrados Luz del Carmen Matos Díaz, quien preside el tribunal; Yocelin Calvo Peña y Nelson Cuevas Ruiz, miembros, quienes declararon absuelto a Luis Felipe Montás Rodríguez, sometido como presunto cómplice del hecho de sangre.
Además de la pena máxima, el tribunal sentenció al homicida al pago de una indemnización de RD$1 millón, a favor de la señora Celsia Custodio Tapia, madre del occiso, quien sintió satisfacción por el fallo, indicando entre sollozos que “por fin se hizo justicia contra este criminal que mató a mi hijo”.
Se lo encontró culpable de violar los artículos 295, 296, 297, 298 y 302 del Código Penal, así como el 39 de la Ley 36, Sobre Porte u Tenencia de Armas de Fuego. Custodio fue ultimad, sin mediar palabras y en presencia de varios vecinos frente a su casa, ubicada en la calle Osvaldo Bazil, en Hatillo.
De la Cruz Sanz se había visto envuelto en otros hechos de sangre, en una ocasión siendo cadete de la Policía por haber ultimado de un cartuchazo a un joven en unas fiestas patronales, razón por la cual fue expulsado de las filas. Sin embargo, logró enlistarse como sargento y más tarde mató a un hombre en la Línea Noroeste.
Todos los que presenciaron el crimen, los cuales no pudieron intervenir para evitarlo, comparecieron como testigos a cargo por ante el Tribunal Colegiado, revelaciones que dieron fuerza a la acusación hecha por el Ministerio Público, representado en el proceso por los magistrados Félix A. Santana y Rosa Lidia del Pozo.
Ambos fiscales dictaminaron 30 años de cárcel para el homicida, solicitud que fue acogida en todas sus partes por los jueces. El imputado admitió que perseguía al occiso para quitarle la vida porque habría expresado en una que “ese tipo de un desbarata fiesta y una rata humana”, lo que enfureció De la Cruz Sanz.
Para cometer el crimen utilizó una pistola 9 milímetros, propiedad de un supuesto abogado para el que trabajaba, pero inexplicablemente en la sentencia no se habla del arma. Lo sí es citada en el fallo es una escopeta de fabricación casera, de las llamadas ‘chilenas’ encontrada en la casa del homicida.
Dos días antes de cometer el crimen, de acuerdo a los testigos, De la Cruz Sanz había interceptado a un mecánico primo del occiso y lo hizo arrodillarse al colocarle una pistola en la cabeza, actitud que asumió para que le indicara donde se encontraba la victima. Ese otro elemento fue tomado en cuenta por los jueces.
“Cometió una cadena de agresiones encaminadas a eliminar a Henry Custodio, como en efecto lo hizo, lo que ha quedado fijado a partir de las declaraciones testimoniales, así como por las piezas y documentos que certifican la muerte. El órgano acusador entiende que ese hecho fue cometido como premeditación y acechanza”, dice la sentencia.
29 de mayo, 2007.-