¿Dónde está el progreso que prometió Leonel Fernández hace más de tres años?
El progreso sólo ha llegado hasta los funcionarios, algunos de los cuales ganan hasta más de un millón de pesos mensuales sin calcular vehículos, gastos de representación, seguridad y otras prebendas que "vienen con el cargo". Quiere decir que durante el mandato del presidente Fernández esos funcionarios, suponiendo que no reciban comisiones, que no hagan negocios, que no se corrompan, obtendrán, sólo en salarios, cerca de 50 millones de pesos, que guardados en un banco a plazo fijo, les permitirán vivir tranquilamente durante toda su existencia.
Pero eso no es todo, al terminar sus funciones estarán pensionados automáticamente con cientos de miles de pesos que los pobres les pagarán hasta que mueran por sus aportes el desarrollo y el progreso.
Otros beneficiarios con el progreso son los contratistas de obras del Estado, que a su vez son grandes contribuyentes de las campañas electorales y de los proyectos que realiza la Fundación Global, Democracia y Desarrollo.
No pueden quedarse atrás determinados empresarios y comerciantes que siguen haciendo sus negocios calculando la prima del dólar al 42 por uno sin que nadie los haya detenido.
El progreso no se ha detenido para quienes quebraron los bancos privados a un costo de cien mil millones de pesos que este pobre pueblo está pagando con sangre, sudor y lágrimas mientras esos señores siguen disfrutando sus villas, sus yates, sus helicópteros, sus mansiones, sus dólares y sus amantes. Fuertes contingentes militares los protegen 24 horas para que no sufran ni un rasguño. Esos militares los paga el pueblo con su miseria y con su abandono.
El progreso les ha llegado a los corruptos que el Departamento de Prevención de la Anticorrupción no puede tocar ni con el pétalo de una rosa.
El progreso de seguro les ha llegado a los asesores de la Fundación Global, que según Danilo Medina, ex secretario de la Presidencia, cobran en el gobierno más que cualquier funcionario gubernamental. A ellos también les paga el pueblo con su miseria. A ellos también los protege el Depreco.
El progreso les llegó a las bocinas, algunas de las cuales no tenían, hace apenas tres años, ni con qué caerse muertos. Hoy nadie los mata por 30 o 40 millones de pesos.
Hay bocinas que reciben hasta tres millones de pesos mensuales. Muchas bocinas ocupan cargos en la Administración Pública, manejan cuentas publicitarias y tienen espacios de radio y televisión llenos de anuncios oficiales. Cerca de mil "comunicadores sociales" están en la nómina del Estado.
No en balde el gobierno invierte todos los años más de seis mil millones de pesos en propaganda, publicidad para convencernos de que el progreso es una realidad. (Hace muchos años en Egipto se realizó una campaña publicitaria asegurando que el agua alimentaba igual que la carne. Y la gente decía: Si es verdad que el agua alimenta igual que la carne, ¿por qué no nos dan carne?.
(Me alegra, de verdad, que a mil colegas y compañeros de los medios de comunicación les haya llegado el progreso. ¡Felicidades! Al que Dios se lo dio, San Pedro de Macorís)
El progreso no se detiene. El país marcha a pasos agigantados.
El Metro de Santo Domingo, que se construye a la "brigandina", sin estudios de suelo, ni de impacto ambiental, sin planos y sin otros documentos esenciales que prueben su idoneidad, es la mejor demostración de progreso y desarrollo.
Y para que los santiagueros no se quejen, para que voten por el "vuelve y vuelve", se les hará su Metro. Diandino Peña ya es considerado como uno de los mejores "Metrólogos" del mundo. En Inglaterra, Alemania y Estados Unidos precisan de sus servicios tan pronto termine los 150 Metros que se construirán en todos los municipios del país, lo cual será próximamente.
No se pueden quejar las margaritas, en especial la paisajista. ¡Viva el progreso!
Tampoco se pueden quejar los que han tumbado todos los árboles de la capital para sembrar palmas que cuestan una fortuna. Y luego las dejan secar para comprarlas otra vez. ¡Eso se llama progreso!
Para una parte de los que "protegen" la frontera, por donde entra y sale de todo, el progreso llegó en furgones.
La pobreza y la riqueza son como los embarazos, que no se pueden ocultar.
(Un amigo suele decir que si la suerte lo acompaña y se saca el Loto todos sus vecinos serán millonarios porque al otro día se mudará del barrio miserable donde vive)
Para que el progreso de los que han progresado no se detenga, es que está planteada la reelección. No sólo se quiere reelegir el presidente, también se quieren reelegir en sus cargos los funcionarios.
De esa manera el que durante estos cuatro años, sin hacer negocios y sin corromperse se iría para su casa con 50 millones de pesos mal contados, si extiende su posición durante otros cuatro años más, los 50 millones se transformarán en 100 millones de pesos. El que se echó 40 millones en los bolsillos terminaría con 80. Y así sucesivamente. Por eso, como ya dicen algunos: Cuatro años más. ¡Y después hablamos!
Y yo digo: Si Leonel se queda cuatro años más, será difícil bajarlo del palo.