La guerrilla exige que el intercambio humanitario de al menos 200 rebeldes se lleve a cabo en una zona desmilitarizada y pide la retirada de tropas en Florida y Pradera. Calficaron a Uribe de "demagógico" y al plan de "farsa".
La guerrilla de las FARC rechazó por primera vez la excarcelación unilateral de al menos 200 insurgentes dispuesta por el presidente de Colombia, Alvaro Uribe. Como una "farsa" y una actitud "demagógica", los hombres comandados por el legendario Manuel Marulanda Vélez, alias Tirofijo, calificaron la medida anunciada por el gobierno el viernes 25 de mayo y que —a los tumbos— se viene desarrollando desde la semana que pasó.
La postura de los rebeldes fue de inmediato desestimada por el Gobierno , que el pasado viernes comenzó el traslado de presos a la cárcel de paso de Normandía, que ya acoge a unos 200 admitidos para el programa condicionado.
"El Presidente dejó muy en claro que esto no es un intercambio humanitario",aclaró este domingo a la prensa el viceministro de Justicia, Guillermo Reyes, desde ese presidio en Chiquinquirá, unos 140 kilómetros al norte de Bogotá.
"Es una farsa"
El viceministro respondió que la excarcelación "es un acto de buena voluntad del presidente de la República, del Gobierno de Colombia hacia este grupo guerrillero, de demostrar a los colombianos que se está avanzando en los caminos de paz, que hay que enviar este mensaje, que es muy importante, a la comunidad internacional". Es un "primer mensaje", que le competía al Ejecutivo, y se va a cumplir, "indiferentemente" de presiones, explicó Reyes, y subrayó que "por más que las FARC digan que no están de acuerdo y que no aceptan este intercambio, hay que enviar los mensajes de paz".
Excarcelar a rebeldes, ha puntualizado, "ha sido una decisión tomada por el Presidente, ése ha sido su compromiso y el Presidente ha sido fiel a su palabra". En su comunicado, divulgado por la Agencia de Noticias Nueva Colombia (ANNCOL, con sede en Estocolmo), las FARC consideran que el plan de Uribe es una "farsa" que implica "otro engaño a los familiares y amigos de los prisioneros de ambas partes".
Condiciones
Los "prisioneros" son los 56 secuestrados por las FARC con fines de canje, entre ellos la colombo-francesa Ingrid Betancourt, quien fue candidata a la Presidencia de Colombia, y tres estadounidenses, y los más de medio millar de rebeldes presos, sobre los cuales esta guerrilla exige la negociación de un acuerdo de intercambio humanitario, en una zona desmilitarizada. Los insurgentes plantean esta exigencia como condición básica, con la retirada de las tropas en Florida y Pradera, localidades a unos 50 kilómetros al este de la ciudad de Cali, lo cual no es aceptado por Uribe.
En el acuerdo para el canje se deben definir "criterios, tiempos, nombres, garantías, supervisiones y mecanismos", precisaron las FARC, y agregraron que la concreción de este instrumento "exige realismo político y seriedad de parte del gobierno.
Según ellas, el eventual consenso también "reclama el abandono del doble juego oficial que prevalece, ya que mientras se distrae con la propaganda de la liberación de los presos, las tropas oficiales continúan intentando rescates a sangre y fuego sin importarles para nada la vida y la integridad de los prisioneros".
Críticas de los familiares
"Eso (el intento de rescate) sí me mortifica mucho, me pone alerta y angustiada", dijo Yolanda Pulecio, la madre de Betancourt, a quien las FARC tomaron como rehén en febrero de 2002 junto a Clara Rojas, su compañera de cartel electoral de entonces y madre de un niño de 3 años nacido en cautividad. La respuesta de las FARC sorprendió a Yolanda Pulecio ni tampoco a su otra hija, Astrid, radicada en París y adonde ella la ha llamado para informarla del comunicado rebelde.
Por "el hecho de liberar a guerrilleros sin un diálogo previo era de esperar que la guerrilla dijera no", ha admitido la madre de Betancourt, que ha dicho también que la "pequeña esperanza" que queda está en la excarcelación de Rodrigo Granda, el más prominente rebelde preso en el país. Granda, conocido con el alias de el "Canciller" y detenido en diciembre de 2004 en Caracas, conformaba la Comisión Internacional de las FARC, que es liderada por "Raúl Reyes", también miembro del Secretariado o mando central guerrillero.