SANTO DOMINGO.-La inesperada reacción del Secretario de Estado de Turismo, Felucho Jiménez, rehusando responder a los cuestionamiento de tipo ético y legal que se han hecho a su gestión, crea una situación de alta complejidad para el Gobierno y el sector empresarial vinculado a la industria. La actitud de Jiménez., quien conminó a la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (ASONAHORES) y a las demás asociaciones turísticas a respaldar su gestión de manera incondicional, difícilmente genere una respuesta de consenso favorable en el sector, sobre todo porque el polémico funcionario arrastra todo un historial de conflictos con importantes grupos del empresariado turístico. De hecho, se le reconoce una posición de abierta confrontación con Frank Rainieri, presidente del Grupo Punta Cana y líder de la Asociación de Hoteleros de la Región Este, quien sin embargo, mantiene estrechos vínculos con el presidente de la República..
También son conocidos sus pleitos con el pasado presidente de ASONAHORES, Enrique De Marchena, y con el actual presidente de la Asociación Dominicana de Prensa Turística, Manuel Quiterio Cedeño, asesor de importantes empresas del sector y editor del Regumen Turismo, principal órgano informativo de la industria turística.
En lugar de responder con argumentos categóricos en el estilo enfático que lo caracteriza, Felucho simplemente declinó su propia defensa y delegó esa difícil tarea en los empresarios y las asociaciones turísticas, que probablemente no tengan las razones ni la calidad para neutralizar los serios cuestionamientos que se han hecho a su gestión en la cartera, que van desde desbordamiento de competencias legales hasta prevaricación y tráfico de influencias para favorecer sus negocios privados.
En su rápida respuesta, Felucho dijo que “si ASONAHORES y las diferentes asociaciones del sector privado vinculadas al quehacer turístico, no asumen públicamente su respaldo a mi gestión al frente de la SECTUR, presentaré formal renuncia a mi condición de Secretario de Estado de Turismo tan pronto regrese del compromiso asumido de asistir al Congreso de EUROCOTAL, que se celebrará en España en el curso de esta semana”.
Mientras tanto, el presidente Leonel Fernández deberá estar barajando seriamente el dilema, no solo de aceptar la renuncia de Felucho, sino también de producir su destitución, si se arrepiente de su intempestivo anuncio de abandonar el cargo si no es apoyado por los empresarios turísticos.
Las primeras reacciones.
Frente al emplazamiento del secretario de Turismo a las asociaciones del sector, ya se produjo una primera reacción que en nada favorece la causa del funcionario y empresario turístico.
La Asociación de Prensa Turística conocida por sus siglas de ADOMPRETUR, ya fijo posición y reclamó a Felucho someterse al escrutinio que se exige a su condición de funcionario público.
Aunque reconoce y apoya el derecho de Felucho a defenderse frente a cualquier tipo de cuestionamientos, ADOMPRETUR considera que el titular de Turismo debe actuar con transparencia frente a las denuncias planteadas por varios medios de comunicación.
La posición de ADOMPRETUR no necesariamente marca la pauta de lo que piensan las demás asociaciones turísticas, pero refleja del nivel de dificultad que confrontara Felucho para lograr el espaldarazo solicitado al liderazgo del sector.
Falta conocer ahora la posición de ASONAHORES, institución lider del sector, y donde probablemente surgirán serias contradicciones en torno al atrevido emplazamiento de Felucho Jiménez.