Rodrigo Granda, un referente importante de la agrupación armada, ya fue trasladado a Bogotá, en una iniciativa para incitar a la liberación de Ingrid Betancourt, entre otros. Granda era hasta ahora el miembro de las FARC que tenía mayor peso político y autoridad de entre todos los que el gobierno tiene encarcelados.
El apodo de canciller lo recibió por su antiguo rol como una especie de ‘embajador‘ itinerante y vocero de la guerrilla, fue conducido en un coche blindado a la Conferencia Episcopal Colombiana. Uribe comenzó a aplicar una serie de importantes medidas de seguridad para proteger la vida de Rodrigo Granda. Según confirmaron algunas fuentes, el guerrillero -cuya detención causó un incidente diplomático con Venezuela- podría ser trasladado a Cuba.
Respecto de la liberación se expresó el propio abogado de Granda, Miguel González, diciendo que consideraba al proceso del intercambio humanitario continúa en un punto muerto.
"Después de que ese señor (Granda) enfrentó unos procesos judiciales en los que se violaron todas las garantías procesales y constitucionales por la soberbia de un funcionario, hoy recobra su libertad de manera precaria", criticó González, mostrándose muy preocupado por la situación jurídica y de seguridad de su cliente.
Rodrigo Granda permanece en la Conferencia Episcopal reunido con el alto Comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, monseñor Luis Augusto Castro y el director del INPEC, general (r) Eduardo Morales.
La liberación de Granda forma parte de un polémico plan de canje con las FARC elaborado por el gobierno de Uribe, con el que a cambio de la salida de prisión de decenas de guerrilleros sin delitos de lesa humanidad en su expediente, la agrupación guerrillera liberaría a 54 rehenes, entre ellos a Ingrid Betancourt -de nacionalidad franco-colombiana- candidata ecologista a la presidencia secuestrada hace cinco años. También se reclama la liberación de su número dos en la lista, Clara Rojas, así como del hijo que ésta última tuvo hace tres años fruto de la unión con un guerrillero.
Según algunos analistas, la liberación de Granda podría acelerar las negociaciones con las FARC de cara a la liberación de rehenes. Sin embargo, el grupo terrorista hizo público este domingo un comunicado en el que califica de "anuncio demagógico" la liberación de guerrilleros. A pesar de esto, todo indica que el plan ya está implementándose y casi 200 presos de las FARC fueron concentrados en los últimos días en una prisión, donde este fin de semana habrían ratificado en un acto protocolar su intención de abandonar las armas y no volver a delinquir, aunque el gobierno no ha confirmado estos detalles.