SANTIAGO.- Las limitaciones que existían en el país para, entre otras cosas, lograr con éxito una fertilización in Vitro o una inseminación, rápidamente se están convirtiendo en cosa del pasado, como consecuencia de la alta tecnología puesta en marcha por el Instituto de Reproducción y Ginecología del Cibao, que funciona en esta ciudad. Equipos modernos y un personal médico capacitado en la materia han hecho que el IREGCI, en poco más de un año de funcionamiento, haya demostrado que ya no es necesario acudir a centros médicos del exterior para obtener resultados óptimos en esas y otras áreas de la ciencia médica.
El doctor Ramón Espinal Diloné, especialista en biología de la reproducción (infertilidad), fue el auspiciador de la idea de instalar en esta ciudad una institución que fuera capaz de brindar un servicio con calidad y con los avances tecnológicos a las pacientes interesadas en la reproducción.
De acuerdo a su explicación, hasta entonces aquí solo se estaba haciendo la infertilidad de baja complejidad, pues las mujeres apenas recibían pastillas para que ovularan, se les ponían inyecciones o se les practicaban inseminaciones.
El Instituto de Reproducción y Ginecología del Cibao nace con el criterio de ir a la alta complejidad, que no es otra cosa que fomentar un conjunto de técnicas, dirigidas a lograr un embarazo, entre las que se destaca la fertilización in vitro.
El doctor Espinal Diloné se encarga de explicar en qué consiste la fertilización in Vitro y lo hace de la siguiente manera: “Es cuando el hombre tiene problemas de pocos espermatozoides o la mujer tiene endometriosis o las trompas dañadas o que las mismas no tengan buena movilidad para captar los óvulos”.
El proceso comienza con administrar medicamentos a la paciente para que ovule. Luego, a través de sonografía, se aspiran los óvulos de los ovarios, se toma una muestra del espermatozoide y, en el laboratorio, se lleva a cabo la fertilización.
Pero, de acuerdo a lo expresado por el doctor Espinal Diloné, ya esa técnica ha sido superada por la conocida como “inyección intra citoplásmica de esperma, aplicable a los hombres con severos problemas para la fertilidad.
Por medio de una pequeña aguja de insulina se aspiran los espermatozoides que conserva en el epidílimo, lo que también puede hacerse con las mujeres que, aún haciendo una fertilización in Vitro, en el laboratorio no logran fertilizar.
Para eso se utiliza un equipo denominado “micro manipulador” que consiste en una pequeña base que sostiene el óvulo y de una lanceta donde se monta el espermatozoide, logrando finalmente penetrar al óvulo. En el IREGCI también se practica la “crío preservación”, que permite mediante técnicas especiales, guardar óvulos, espermatozoides y embriones. Dicho en otras palabras, esa institución está en capacidad de guardar un embarazo.
Mediante este método, los hombres que se van a someter a cirugías por cáncer, que necesariamente reciben quimioterapia o radioterapia, por lo que sus espermatozoides prácticamente mueren y quedan estériles, antes de la operación se toman los espermatozoides y se crío preservan y, si en el futuro desea tener otro hijo, entonces se descongela y fertiliza el óvulo de la compañera. Esa misma técnica se puede utilizar con la mujer.
El director del IREGCI da seguridad de que ese instituto es el primero en su género en el país que cuenta con un servicio de inmunología para mujeres que, cada vez que resultan embarazadas, abortan, las que son sometidas a lo que denomina como “perfil inmunológico”, que no es más que un conjunto de pruebas para descubrir las causas de los abortos.
Cita el doctor Espinal Diloné que la razón más frecuente por la que una mujer no tiene un embarazo normal es porque ella rachaza el espermatozoide.
En el IREGCI se procede a extraer sangre al esposo, con la cual se prepara el antígeno del hombre y, mediante una vacuna, se le inyecta a la mujer para que su organismo de defensa lo reconozca y, cuando vuelva a quedar embarazada, no aborte. Esta labor está a cargo de la licenciada Mercedes Ramírez.
Los servicios que se ofrecen en el Instituto de Reproducción y Ginecología del Cibao son tan amplios como variados, por lo que las pacientes reciben asistencia en cirugía laparoscópica y láser y endoscopía urológica.
Recientemente, en ese centro médico la señora Noemí Reyes alumbró por cesárea dos gemelos, embarazo que se logró mediante el sistema in Vitro y cuyo resultado final se obtuvo a través de la operación con rayo láser, lo que por primera vez ocurre en el país, con un costo económico que representa la quinta parte de lo que habría que gastar si se hiciera en el extranjero.
El doctor Espinal Diloné resalta la importancia de una cirugía mediante ese sistema y asegura que la paciente se recupera más rápido, el láser es bactericida, la operación tiene terminación cosmética que le agrada a la paciente, porque no se utiliza hilo para cerrar la piel, produce menos dolor porque se dañan menos los tejidos y existe poca posibilidad de infección.
Forma parte de los avances tecnológicos de esa institución el denominado “bisturí armónico”, cuyas puntas que se colocan para operar vibran 55 mil veces por segundo, cortando la parte del cuerpo seleccionado sin que se produzca una gota de sangre.
En el IREGCI hay en funcionamiento tres quirófanos inteligentes, que no son otra cosa que “brazos” que bajan desde el techo y se pueden mover por toda la sala, manejados electrónicamente, como el oxígeno, la presión y la aspiración. Cada “brazo” está dotado de un monitor de alta tecnología de 1,280 líneas de resolución, lo que permite observar la parte interior del paciente con bastante claridad.
Una gran parte de los equipos utilizados en ese instituto, especialmente los de endoscopía, son fabricados por la empresa alemana Kart Storz cuyos técnicos son sus asesores.
En resumen, el doctor Espinal Diloné considera que la tecnología del futuro en ese aspecto ya está presente en la República Dominicana “pues todo lo que tenemos en el IREGCI estaba supuesto a llegar al país dentro de 10 años.
De acuerdo a sus declaraciones, los equipos que están saliendo al mercado de los Estados Unidos ya se encuentran en esa institución y que algunos de ellos no han sido puesto a la venta en el mercado “y nos los hacen llegar en calidad de prueba para determinar cómo funcionan en la práctica y buscan de nosotros sugerencias para mejorar su funcionabilidad”.