SANTIAGO.- Con dinero suyo, el síndico José Enrique Sued hizo construir tres humildes viviendas, que recientemente entregó a igual cantidad de familias residentes en distintos sectores de este municipio. Las familias favorecidas con entregas de viviendas son las integradas por Rita Altagracia Henríquez y Luís Emilio Germosén, del ensanche Libertad; Tomás Torres y Mery Altagracia Díaz, en Barrio Obrero y José Martín Flete y Teófila Ramos, de El Papayo, La Ceibita.
Estas parejas, todas con hasta cuatro hijos, desde hace tiempo tenían que vivir literalmente aguantando “agua, sol y sereno”, ya que los lugares que les servían de refugio a las inclemencias del tiempo se encontraban totalmente deteriorados, hasta que el síndico Sued decidió, de manera personal, resolverles ese problema.
Las casas construidas por disposición del jefe de Gobierno Municipal tuvieron un costo aproximado de 250 mil pesos cada una y constan de una modesta sala, comedor, dos habitaciones, cocina y baño, además todas son techadas de zinc.
Doña Rita, del ensanche Libertad, al querer expresar la satisfacción y darle las gracias al síndico por este gesto, no pudo terminar sus palabras cuando recibía la llave de su vivienda para la que tenía, porque la emoción se lo impidió.
Las lágrimas ahogaron el sentir de esta mujer que tuvo que conformarse, con darle un abrazo fuerte al síndico con la franqueza y la sinceridad de alguien que se siente eternamente agradecido. “Son lágrimas de alegría, nunca de tristeza”, dijo el sacerdote Juan Dolores Mirabal, quien bendijo la nueva vivienda.
En Barrio Obrero y El Papayo, esta última una comunidad suburbana del sur de Santiago, recibieron al síndico en medio de consignas y aplausos de parte, no sólo de las familias favorecidas con la entrega de viviendas, sino también de moradores que quisieron apoyar así su noble y altruista gesto de dotar de casas a personas de escasos recursos económicos.