Un informe militar considera que la organización terrorista cuenta con decenas de jóvenes radicales no registrados que han sido entrenados en los últimos meses en Sudamérica. Madrid y Valencia aparecen como las ciudades más amenazadas. Los servicios de inteligencia militares consideran que ETA cuenta con "cinco comandos itinerantes" compuestos por un total de 70 jóvenes radicales no fichados que han sido adiestrados en los últimos meses en Sudamérica, según una de las conclusiones de un informe "confidencial" del Centro de Inteligencia y Seguridad del Ejército de Tierra (CISET) elaborado tras la ruptura del alto el fuego al que ha tenido acceso el diario español El Mundo.
Además, el dossier alerta de un "atentado inminente" y de gran "trascendencia pública". Madrid y Valencia aparecen como las ciudades más amenazadas, en apenas cinco folios con las imágenes de los etarras más buscados.
Este informe llegó a finales de la pasada semana a los altos mandos militares y también advierte de que la banda cuenta con armamento suficiente para una campaña de atentados. Señala que la organización dispone como mínimo de 2.000 kilos de material explosivo.
Respecto a los medios económicos, los servicios de inteligencia militares recuerdan que en los últimos tres meses ETA ha estado extorsionando por carta a empresarios. El informe ha sido elaborado con datos del CNI y de distintas unidades de información de diferentes cuerpos policiales.
La inteligencia militar cifra en 70 los integrantes de los cinco comandos y añade que se trata de "legales a sueldo", es decir, que no han sido fichados. Uno de los datos más relevantes del dossier es que estos "jóvenes radicales" han recibido formación en Sudamérica.
Sobre los posibles objetivos, estos analistas no barajan entre sus hipótesis principales que los terroristas recuperen atentados selectivos, es decir, que vuelvan al tiro en la nuca. Sospechan de atentados de más "trascendencia pública", como sería la colocación de un coche bomba en algún punto de interés internacional.
ETA anunció el pasado 6 de junio el fin de "alto el fuego permanente" en un comunicado enviado al periódico vasco “Berria” tras catorce meses de tregua.