El problema es que nosotros no somos los que pensamos; nuestro cerebro es que lo hace. No es posible decir: "Ahora tendré una idea". Las ideas llegan, por eso hay que fijarlas y aprovecharlas en el momento que ellas deciden acompañarnos. Los artistas pintan mientras duermen, tanto como cuando están despiertos. A los escritores nos vienen ideas cuando descansamos o cuando conducimos, por eso es tan importante poder tomar notas antes de que la idea se marche.
Los pensamientos se reproducen, tanto los negativos como los positivos… eso es una función del cerebro. Por ejemplo, cuando nos interesamos en comprar un vehículo, de repente nos aparece en cada esquina un auto como el que queremos. Sin embargo, antes no habíamos visto ningún auto como éste; ¿dónde estaban?
Nuestras abuelas tenían un método muy eficaz para deshacerse de los malos pensamientos; ellas iban en la tardecita a la iglesia, y de camino le dejaban los problemas a Dios para que el los resolviera. Al volver a la casa era todo paz y tranquilidad.
Nosotros por el contrario, tenemos un largo día, que comenzó con las malas noticias, reproducimos todo lo negativo, y antes de acostarnos vemos las últimas noticias (malas) del día. ¿De qué forma cree que trabajará nuestro cerebro durante la noche y madrugada?
No le digo que ande por la vida sin saber lo que pasa a su alrededor. Necesitamos estar informados, pero de ninguna forma debemos de llenarnos sólo de informaciones negativas, y mucho menos hacerlas nuestras.
El 88% de las personas piensan que las cosas empeorarán… que el futuro será peor y que aquellos buenos tiempos nunca regresarán. Casi todo lo que está en el pasado podemos verlo cómo que fue mejor; pero la realidad es que es nuestra actitud la que hará que las cosas sean mejores en un futuro. Si nos encargamos de ver lo bueno, nuestros pensamientos se multiplicarán en ese sentido.
Tener que salir a trabajar en la mañana puede ser un pesar; sin embargo, es una de las mejores cosas que nos pueden pasar, ya que sin trabajo no podremos vivir la vida que llevamos. Sin trabajo no podríamos compartir con nuestros compañeros. Sin trabajo no podemos tener el resto de las cosas. Así que la actitud de ir al trabajo la elige uno mismo, y decide si va a pasar un buen día o llegará maldiciendo el lunes y adorando el viernes en la tarde.
Las noticias negativas nos persiguen por todos lados… sin embargo, para encontrar alguna positiva tendremos que saber buscar. Posiblemente tendremos que levantar algunas piedras y escarbar un poco, pero está en nosotros encontrarlas.
Si seguimos entrenando las actitudes negativas, dentro de poco no necesitaremos periódicos, ni noticias para salir a la calle con una cara de malos amigos. Lo más seguro que nos echaremos a perder el día sin necesidad de ninguna mala noticia.
Así que la idea es entrenar la parte del cerebro que acoge la actitud positiva. Por ejemplo buscando programas que nos diviertan o que nos enseñen. Por más banal que parezca, una entretención le quitará mucho negativo de encima, haciendo su vida más llevadera. Disfrute su familia, en vez de verla como una estructura de negatividad en su camino.
¿Cuando usted duerme mejor? ¿Después de las noticias de una catástrofe, o después de una reunión con amigos? Reviva esos recuerdos positivos con los amigos y parientes, y haga que ellos le cuenten anécdotas… "reproduzcamos y ayudemos a reproducir el pensamiento positivo".
Hasta la siguiente entrega.
© Ing. Diego A. Sosa. Escritor, Consultor, Coach y Facilitador de Empresas y Profesionales a nivel Internacional. CEO Mercurio Entrenamiento y Consultorías S. A.
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