OAKLAND, Estados Unidos, jun (IPS) – Al aparecer reiteradamente en las cadenas estadounidenses de televisión, Mike Evans, irreverente propagandista del Armagedón, repitió la muy ensayada cantilena apocalíptica de que "Irán será atacado" antes de 2008.
También alegó que, en una reciente visita a Iraq, fuentes de inteligencia le dijeron que Irán había dado luz verde al Partido de Dios libanés, chiita y prosirio (Hezbolá) para la detonación de atacantes suicidas en Estados Unidos este verano boreal.
Evans, uno de los autores que más libros vende en Estados Unidos, dirige el Jerusalem Prayer Team (Equipo de Plegarias de Jerusalén), organización de cristianos evangélicos proisraelíes radicada en Estados Unidos.
Su nuevo libro, "The Final Move Beyond Iraq: The Final Solution While The World Sleeps" ("La campaña final más allá de Iraq: La solución final mientras el mundo duerme"), figuraba el 3 de este mes en el puesto número uno de la lista de los más vendidos según el diario The New York Times, en la categoría libro de bolsillo.
El editor de Evans lo considera "uno de los principales expertos de Estados Unidos sobre Medio Oriente" y "un confidente personal para la mayoría de los grandes líderes de Israel".
Lleva publicados varios libros que resultaron éxitos de ventas, entre ellos "Beyond Iraq: The Next Move" ("Más allá de Iraq: El próximo paso") y "The American Prophecies" ("Las profecías estadounidenses").
La hipótesis de la última obra de Evans –200 páginas de texto y 100 de apéndices seleccionados– es relativamente simple: Irán es la mayor amenaza para Estados Unidos y para la paz en Medio Oriente, y debería ser desafiada por la vía militar no más allá del fin de la presidencia de George W. Bush.
Las tropas estadounidenses no deberían retirarse de Iraq bajo ninguna circunstancia, antes de que la misión –el desarme de Irán– sea cumplida. El público estadounidense fue expuesto a una excesiva simplificación por parte de la izquierda laica y de los medios liberales de comunicación.
Y Dios fue eliminado de la vida pública en Estados Unidos, lo que resultó en que los cristianos fueran sistemáticamente "despojados" de sus derechos.
Su prosa es agresiva, con el estilo previsible para un escritor que asegura darle a Estados Unidos su "último llamado a despertarse".
En el libro, y en sus materiales promocionales, términos como "apaciguamiento", "seculares y humanistas que odian a Dios" y "radicales simpatizantes proislámicos" aparecen por doquier.
En un pasaje, Evans sostiene que las recomendaciones expuestas en diciembre por el informe del Grupo de Estudios sobre Iraq, creado por el Congreso legislativo estadounidense e integrado por figuras del oficialismo y la oposición, constituyen un "llamado al apaciguamiento, tal como lo fue en 1938 el de (el primer ministro británico Neville) Chamberlain antes a la agresión nazi".
El informe, ignorado por el gobierno, urgió a la retirada de prácticamente todas las tropas de combate de Estados Unidos para la próxima primavera boreal, así como concesiones a Siria e Irán, entre otros países, como parte de una "ofensiva diplomática" exhaustiva diseñada para estabilizar a Iraq y abordar "asuntos regionales clave", incluido el conflicto árabe-israelí.
Evans esencialmente coincide con el grupo central de neoconservadores del gobierno de Bush que alentaron la guerra en Iraq y que luego concentraron su prédica en abogar por una respuesta enérgica contra Irán.
Pero se distancia de ellos en el hecho de que su análisis parece basarse estrictamente sobre su lectura de la Biblia y en lo que llama el implacable ataque contra los cristianos en Estados Unidos.
En el penúltimo capítulo, titulado "La batalla por el alma de Estados Unidos", Evans alega que los asesinatos, en los años 60, del presidente John F. Kennedy, del precandidato presidencial demócrata Robert Kennedy y del líder de la lucha por los derechos civiles de la minoría negra Martin Luther King "marcaron el fin de la edad de la inocencia gozada por el pueblo estadounidense".
La revolución social que siguió "fue un ataque total y frontal contra los valores de la familia tradicional y contra una cultura estadounidense sumida en los principios de la Biblia", y estuvo acompañada por una "falta de claridad moral".
Este último punto resultó en "batalla tras batalla" y en el "lento despojamiento de los derechos de los cristianos de Estados Unidos".
"Los tribunales estadounidenses que defienden movimientos tales como los de 'derechos de los homosexuales', 'derecho al aborto' e incluso 'derechos de los animales' ahora están en busca del derecho a no tener Dios", advirtió.
Los apéndices del libro ofrecen interesantes extractos de entrevistas al ex jefe del Estado Mayor Conjunto del ejército israelí, Moshe Yalom, el ex primer ministro de ese país Benjamin Netanyahu (1996-1999), el ex director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos James Woolsey, el ex presidente de los Servicios Armados, general Hugh Shelton, el profesor de derecho de la Universidad de Harvard Alan Dershowitz, y el editor en jefe del diario U.S. News & World Report, Mort Zuckerman.
El avance de "The Final Move Beyond Iraq" hacia el primer puesto de ventas de The New York Times es, en sí mismo, un relato fascinante.
Evans y FrontLine, filial de la editorial cristiana Strang Communications, se movieron bajo el radar de los grandes medios de comunicación, enviando correos electrónicos prácticamente diarios a sus simpatizantes para urgirlos no sólo a comprar más de una copia, sino también para ayudar a publicitarlo escribiendo críticas de cinco estrellas en Amazon.com, popular sitio de venta de libros por Internet.
El objetivo de la campaña fue doble. Por un lado, convertirlo en un best seller. Y, por otro, que eso fuera el resultado de múltiples apariciones en programas de radio y televisión. Evans y su editorial lograron esas metas.
Evans era "una importante figura del movimiento religioso y de los medios mucho antes de que su nuevo libro fuera publicado", dijo a IPS John Stauber, director ejecutivo del Centro para los Medios y la Democracia y cofundador de PRWatch.
Aunque "se cataloga a sí mismo como un 'periodista', en realidad es un defensor político religioso de derecha con gran habilidad en materia de mercadotecnia mediática", agregó.
Para Stauber, coautor de dos libros sobre Iraq –"Weapons of Mass Deception" ("Armas de decepción masiva") y "The Best War Ever" ("La mejor guerra de la historia")– Evans se ajusta "en cierto modo" al modelo mediático del evangelista conservador Pat Robertson, creador del Club de los 700 y líder de la Coalición Cristiana.
El éxito del libro de Evans "muestra que si uno puede introducirse en un movimiento apasionado, presentarse bien en los medios, saber cómo recaudar dinero y tener una base de cientos de miles de fanáticos rabiosos, puede vender libros".
"Él usa a los medios –de derecha, religiosos, dominantes, tradicionales y en Internet– muy efectivamente. Él no es simplemente un escritor: es un general del ejército patriótico de Dios, y sabe cómo movilizar sus tropas", agregó Stauber.
* Bill Berkowitz es un conocido observador del movimiento conservador estadounidense. Publica periódicamente la columna "Conservative Watch" en la revista electrónica WorkingForChange.org. (FIN/2007)