Managua, 15 jun (PL) Aunque en las antípodas, tanto desde el punto de vista de género como estético, Nicaragua tiene hoy en el empresario Manuel Ignacio Lacayo a su Paris Hilton particular.
El acaudalado hombre de negocios pasó la noche en una celda del distrito V de la Policía Nacional, luego de ser condenado a dos años de cárcel, por negarse a pagar la pensión alimenticia de su hija.
Su traslado a la cárcel desde la mansión donde habita en un exclusivo reparto capitalino fue ayer noticia de "última hora" en la televisión local.
En realidad, el proceso de la demanda judicial presentada por la ex esposa de Lacayo fue convertido, desde su comienzo, en un culebrón mediático, con la evidente complacencia del acusado.
Durante el tiempo que duró el litigio en los juzgados, Lacayo ventiló ante las cámaras aspectos de la relación con su ex cónyuge, y hasta el breve encierro al que fue sometido la semana pasada, tras haber increpado a la jueza que lleva el caso, fue muy publicitado.
El proceso tomó ribetes políticos, luego de que el acusado arremetió también contra el cuñado de su ex esposa, al señalarlo como autor de un presunto complot para despojarlo de su fortuna.
La mención de Lenín Cerna, ex coronel del Ejército y antiguo jefe de la Seguridad del Estado durante el anterior gobierno sandinista, agregó el aderezo político que le faltaba al caso.
Este viernes, el émulo nicaragüense de la multimillonaria heredera del emporio hotelero deberá comparecer ante la jueza Alia Dominga Ampié para escuchar la sentencia, pero al igual que Hilton, nadie cree que Lacayo pasará mucho tiempo en prisión.