Aunque es imposible evitar el envejecimiento sí se puede retrasar su advenimiento. A la gran cantidad de alternativas que existen para lograr este objetivo: cremas, cosméticos, bótox, inyecciones de colágeno, láser, bisturí, etc., se le suma la llamada gimnasia facial, técnica compuesta por sencillos ejercicios que permiten a los músculos desarrollar su fuerza y firmeza.
La cara revela antes que otras partes del cuerpo el proceso de envejecimiento y sus músculos son los que definen nuestra expresión (felicidad, tristeza, cansancio, miedo…) porque responden a emociones y producen gestos que escapan de nuestro control. La tensión los endurece, la ira los tuerce, la depresión los debilita, por lo que debemos intentar suavizarlos para mantener el rostro joven.
Por medio de la gimnasia facial es posible tonificar y fortalecer los músculos del rostro y del cuello, de la misma manera que hacemos con los del resto del cuerpo. Ningún ejercicio facial compensará los daños producidos por toda una vida de tensiones, pero sí se puede lograr atenuarlos y prolongar los visos de la juventud.
PARA TONIFICAR LOS MÚSCULOS
Hay tres ejercicios muy simples que de realizarse de forma correcta y con regularidad tonifican los músculos del rostro, mejoran el contorno, conservan su forma y le dan a tu piel un mayor sostén. Para conseguir óptimos resultados deben efectuarse lenta y tranquilamente, preferiblemente por las noches, para relajar la tensión acumulada en el día y eliminar toxinas.
También es necesario repetir las sesiones por lo menos dos veces por semana (sobre todo en épocas de estrés) y de preferencia realizarlos antes de aplicar antes un producto facial, porque así se activa la circulación y la piel lo absorbe mejor.
Colóquese de pie delante del espejo y haga lo siguiente:
- Abra completamente la boca, la nariz y los ojos y mantenga esa expresión durante cinco segundos. Relájese durante igual tiempo y repítalo unas cinco veces.
- Con el dedo índice de cada mano, tire del extremo de los ojos hasta "achinarlos" por completo, durante cinco segundos. Sin retirar los dedos, y sin permitir que los ojos dejen su forma achinada, intenta juntar los ojos, permanezca así otros cinco segundos. Repita esta acción cinco veces.
- Coloque el dedo índice de cada mano a un centímetro de las comisuras de la boca y estire completamente los labios durante cinco segundos. Sin quitar los dedos, y manteniendo la tensión, frunza los labios todo lo que pueda. Repita esta acción cinco veces.
OTROS CONSEJOS PARA MEJORAR SU ASPECTO
- Para conseguir reducir las arrugas de la frente coloque tres dedos sobre la misma y contraiga los músculos y la línea del cabello de modo que los dedos suban y bajen.
- Para las cejas altas y los párpados deshinchados lo mejor es mantener la cabeza bien erguida e inhalar y exhalar. Con los pulmones vacíos levante las cejas lo más posible. Conserva esta posición contando hasta cinco y regrese a la inicial.
- Para evitar las ojeras y las bolsas de los ojos, ábralos y ponga los dedos índices sobre los párpados inferiores. Inhale y al exhalar intente cerrar los ojos mientras los dedos se oponen al movimiento sujetando la piel. Vuelva a la posición inicial.
- Para conseguir unos pómulos y mejillas firmes, ponga las manos sobre éstas, donde sienta cómo aprieta las mandíbulas. Inhale y al exhalar lleve los labios hacia adelante lo más posible, mientras las manos presionan los músculos de las mandíbulas hacia atrás. Vuelva a la posición inicial.
- Para combatir las arrugas del labio superior, ponga los pulgares sobre el mismo. Inhale y al exhalar oprima los pulgares contra la encía, mientras intenta empujar el labio hacia adelante.
- Para reafirmar la cara y cuello: Mantenga la boca y los puños cerrados y los pulgares bajo la barbilla. Encaje el mentón en el espacio existente entre los pulgares e índices. Inhale y al exhalar empuje fuerte con los pulgares hacia arriba, al mismo tiempo que intente abrir la boca todo lo que pueda. Inhale, relájese y abra la boca todo lo que pueda. Exhale y empuje con los pulgares hacia arriba para intentar cerrar la boca.
- Para alisar la frente, mueva las orejas y el cuero cabelludo sin arrugar la frente.
- Para relajar los ojos, ábralos y ciérrelos fuertemente sin arrugarlos.
- Para tonificar los párpados, cierre y abra los ojos lenta y alternadamente.
- Para combatir la papada, cruce los brazos sobre el pecho y alargue el cuello hacia adelante hasta sentir cómo se tensa la piel. Gire lentamente la cabeza hacia la derecha y déjela así unos segundos, sin bajar el mentón hacia el hombro. Luego gírela hacia la izquierda y manténgala.
- Para evitar los párpados caídos. Cierre los ojos y coloque los dedos índice y pulgar en el ángulo exterior del párpado. Luego ábralos y con los dedos estire la piel hacia arriba y hacia abajo. Inhale y al exhalar intente cerrar los ojos, aunque no podrá, porque está sujetando los párpados.
- Para conseguir lindos labios agarre con los pulgares el interior de las comisuras de los labios. Inhale y al exhalar intente pronunciar la letra O y cerrar la boca, manteniendo la presión de los dedos.
- Para tener un cuello sin arrugas, con la cabeza recta, inhale y al exhalar estire el cuello hacia arriba. Inclínela hacia un lado y continúe girando hacia atrás.
- Para que los músculos cercanos a la boca y a la quijada se fortalezcan y para suavizar las arrugas y la papada, imite la boca de un pez contrayendo y proyectando los labios hacia la frente. Repita cinco o seis veces.
- Para fortalecer la parte inferior de las mejillas, evitar la flacidez y definir mejor el contorno del rostro: cierre los labios, dé la sonrisa más forzada que pueda y repítalo cinco o seis veces.