Sao Paulo, 19 jun (PL) La cantante estadounidense Liza Minnelli actuará el próximo jueves en Río de Janeiro, tras conquistar al público de Sao Paulo con un espectáculo en que conjugó canciones y recuerdos familiares en síntesis perfecta.
A los 61 años, tiene suficiente vitalidad para permanecer dos horas en un escenario sin sombra de cansancio, alimentada por una energía secreta, que contagia a su auditorio.
En su regreso a Brasil, después de 10 años de ausencia, narró vivencias de su infancia, pequeñas historias relacionadas con sus padres, el director de cine Vincent Minnelli y la célebre Judy Garland, quien a los 17 ganó su primer Oscar con El mago de Oz.
La actriz y cantante viajó a esta ciudad como parte de una gira latinoamericana, que la llevó antes a Chile, Argentina y Uruguay, donde provocó idéntico entusiasmo.
Me he visto rodeada de miles de admiradores, estoy viviendo una etapa exuberante, dijo a la prensa paulista.
Para completar su ejercicio de seducción, más allá de su carisma e indiscutible talento, al agradecer los aplausos lo hizo con tres palabras en portués: obrigada (gracias) y todo bem (todo bien).
El auditorio vibró cuando interpretó uno de sus números emblemáticos, New York, New York, secundada por una banda de 17 músicos. Fue el frenesí.
Su carrera comenzó en 1961 cuando consiguió el papel protagónico en El diario de Ana Frank. Pronto lograría otros papeles en producciones musicales de compañías itinerantes.
En 1964 apareció junto a su madre en una actuación televisada, en el London Palladium, y poco después ganaría un premio Tony por su debut en Broadway con el musical Flora, the red menace (1965).
Algunos de sus éxitos más notables, en el séptimo arte, lo constituyen su participación en el filme The sterile cuckoo, de Alan Pakula (1969), que le valió una nominación al Oscar.
Tres años después lo obtendría con el personaje de Sally Bowles en Cabaret, dirigida por Bob Fosse.