Río de Janeiro, 24 jun (PL) Cuba está en condiciones de poner hoy su experiencia en genética médica a disposición de los países en desarrollo, afirmó ante la Organización Panamericana de la Salud (OPS) la doctora Beatriz Marcheco Teruel. La directora del Centro Nacional de Genética Médica de Cuba expresó la voluntad del Ministerio de Salud y del gobierno cubano de contribuir con la experiencia acumulada por su país al desarrollo de esta especialidad en Latinoamérica.
Recordó que eso es posible como mismo Cuba ha contribuido con los programas integrales de salud y recordó que ya hay más de 100 mil colaboradores cubanos del sector en 103 países.
En declaraciones luego a Prensa Latina, la especialista precisó que lo que Cuba hacer con la experiencia acumulada en estos años será puesto a disposición de aquellos países a quienes pueda ser útil.
Se refirió en tal sentido al encuentro recién concluido en Río de Janeiro sobre el tema "Genética, salud pública y derechos humanos", donde se pretendía elaborar un plan de acción de la OPS para el desarrollo de los servicios de genética.
Subrayó que los especialistas que participaron en el foro coincidieron en que a pesar de los esfuerzos, los documentos y recomendaciones de la OPS y de la OMS para implementar los programas de genética, no se han alcanzado los resultados esperados.
Muchos participantes reclamaron ayuda de la OPS para que esa entidad dialogue con los ministerios de Salud de los países con el propósito de sensibilizar sobre la importancia de estos programas de genética para la población, relató.
Valoró que en realidad en la región se ha avanzado poco y ello se debe a que los programas de genética son muy caros y si no hay una voluntad política, si no hay conciencia por parte de quienes toman decisiones en los gobiernos sobre esa prioridad, es difícil avanzar.
Recordó que cinco de cada 100 personas que nacen pueden tener un problema congénito que los pueden llevar a la muerte en los primeros días de la vida.
En Cuba, afirmó, buscamos prevenir el nacimiento de niños con malformaciones y defectos congénitos, más una vez que nacen debemos diagnosticarlos y contribuir de manera importante a manejar esos diagnósticos, aminorando las consecuencias del problema.
Dijo que la mayoría de los defectos congénitos no tienen cura, pueden tener un impacto importante en la mortalidad infantil y dar lugar a personas con retraso mental y otras incapacidades.
Pero indicó que pueden implementarse acciones como el suplemento de fólico a una embarazada o a una mujer antes de salir embarazada, un programa neonatal que detecte enfermedades que si son tomadas a tiempo pueden llevar una vida prácticamente normal.
Recordó que Cuba ha desarrollado en los últimos 25 años un programa de genética y a partir de un gran estudio realizado en el país sobre las discapacidades se ha evolucionado en esa acción desde la atención primaria.