El impacto de la tecnología de las comunicaciones en las últimas décadas ha generado una profunda transformación del periodismo, sin dudas la de mayor trascendencia desde el nacimiento de la prensa de peniques, en Estados Unidos, a finales del siglo XIX y principios del XX.
El resultado de estos cambios es el surgimiento de una nueva plataforma de comunicación de masas, que revolucionó de manera radical y a una velocidad sorprendente los sistemas tradicionales de acceso, producción y difusión de la información y del entretenimiento en el planeta tierra. Esta nueva plataforma comunicacional es Internet, la red de redes de millones de computadoras interconectadas por todo el mundo.
Este nuevo modelo de comunicación de masas introdujo cambios sin precedente en la historia de la humanidad. Tiene la particularidad de que no está regido por una jerarquización o cadena de mando, como sucede con los medios tradicionales (periódicos, radio y televisión), sino que se constituye en una telaraña de flujos informativos, en la que nadie posee el control de los mensajes que circulan.
El hecho de que no exista un control absoluto de la información, es lo que ha hecho de Internet un ente fortalecedor de las sociedades democráticas, porque transfirió al ciudadano parte del poder que hasta la masificación de esta plataforma comunicacional, a partir de la década de 1990, había estado exclusivamente en manos de las empresas periodísticas.
Hoy con sólo disponer de una computadora conectada a Internet, un ciudadano puede tener acceso, a muy bajo costos o totalmente gratis, a las diversas fuentes del conocimiento, tales como la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, la más grande del mundo con más de 126 millones de volúmenes en más de 460 lenguas o al último video del grupo musical de su preferencia. Pero también esa persona tiene la potestad de ser parte de la alternabilidad de los nuevos medios,
creando sus propios espacios de difusión, a través de un periódico digital, un blog, un video o una estación de radio.
Por medio de un solo canal y utilizando recursos de multimedia, como texto, fotografía, imágenes, audio, mapas, infografías e imágenes con animación tridimensional, se pueden crear diversos formatos narrativos y llegar a millones de personas desperdigadas por los distintos confines del planeta.
Es decir que el acceso a las fuentes y producción de contenidos noticiosas ya no es exclusivo de los periodistas ni de los periódicos. Internet rompió el monopolio informativo e inició una nueva era
tecnológica y de diversidad comunicacional.
El periodismo ciudadano, producto de la multimedia, es una realidad que apenas comienza y que está creando un nuevo tipo de lectores, acostumbrados a la interactividad, a la comprobación de las informaciones por diversas fuentes y a ser parte de la generación de los contenidos que circulan en la red.