Parece cosa de risa pero es serio, el país continúa creando una atomización política realmente sorprendente; pareciere que la clase política dominicana no ha estudiado, no ha leído el ABC de la política. Como se explica que personalidades de la talla de un Hatuey de Camps, Eduardo Estrella, entre otros candidatos que han perdido sus postulaciones en sus respectivos partidos se unan para enfrentar a quienes los derrotaron.
Es cosa de risa ver en cada político que no ha logrado concitar el apoyo de su organización, un proyecto político nuevo. La realidad es que se le ve como gente que no quiere seguir trabajando en sus organizaciones para lograr, en un futuro, ese respaldo que les permita alcanzar sus metas.
Y digo sus metas porque hasta candidatos a síndico, senadores y diputados que son de alguna forma impedidos de obtener sus objetivos, tienden a crear un movimiento. Si esos políticos ¿? Reflexionaran sobre el pasado resiente, verán que hombres de la talla de Juan Bosch y Peña Gómez se pasaron décadas creando un partido y/o fortaleciéndolo con imagen propia, ideología y carisma y no lograron alcanzar la primera magistratura (El profesor Bosch lo hizo en el PRD y no en el PLD durante 21 años).
Son bien conocidos los casos de Augusto Lora, Fernando Álvarez Bogaert, Jacobo Majluta, etc. ¿Será que esos dirigentes políticos no buscan mas alcanzar la presidencia de la República sino fastidiar a sus contrarios victoriosos?, ¿Será que no buscan ya el poder sino convertirse sen cuñas para decidir en caso de un tranque electoral de segunda vuelta?; ¿puede ser también que procuren debilitar a los candidatos de sus organizaciones originales y satisfacer sus egos heridos por la derrota?
No se cual será la razón para hacer caso omiso a la ciencia política y actuar como entes razonables que forman parte de un mecanismo de competencia por la solución de los problemas nacionales cuyo única diferencia debe ser de métodos de aplicación de las políticas y objetivos partidarios. ¿Puede Eduardo Estrella tener una visión del Estado diferente a la que tiene Amable Aristy Castro? Claro que no, son dos reformistas-balagueristas del mismo tronco.
¿Puede Hatuey de Camps y/o Milagros Ortiz Bosch tener una visión diferente a la que tiene Miguel Vargas Maldonado, uno compadre, amigo y compañero, la Doctora compañera de múltiples campañas políticas al lado de Peña Gómez?, claro que no, son alumnos aventajados de José Francisco.
Veremos nosotros, aunque lo veamos posible por faltar a su promesa y uso del poder por parte de su hasta hace poco líder indiscutible Dr. Leonel Fernández, a Danilo Medina dejando al PLD y cerrando filas en un invento llamado “4ta. Vía”, cuando lo que le separa de Leonel Fernández no es ideológico. Solo los que viven creando ilusiones en los políticos dominicanos de grandeza y presidencialidad innata son paces de alentar tal adefesio, que no tiene sustentación lógica ni histórica.
¿Explíquenme este arroz con mango? Entre Danilo Medina, Hatuey Camps, Milagro Ortiz Bosch, Eduardo Estrella ¿Quién aceptaría que el otro sea candidato y porque y para qué; como acomodarían sus propuestas reformistas, peledeistas y perredeistas?, ¿verdad que no hay lógica en la propuesta, que no sea por crear mas platos de la misma comida para el menú electoral?
Ya es hora de que los partidos dominicanos se definan por sus ideologías, métodos y propuestas para la solución de los grandes y acuciantes temas de agenda nacional de desarrollo y no por las aspiraciones personales y de grupos que solo hacen enrarecer más la ya desprestigiada clase política dominicana.