SANTIAGO.- Si en el país se quieren mejorar los resultados educativos, la sociedad debe avanzar en el fortalecimiento de la profesión magisterial, en la consolidación de sistemas nacionales y comprensivos de estándares de evaluación, así como un incremento en los esfuerzos para descentralizar los sistemas educativos. Tal recomendación fue hecha por Rafael Emilio Yunén y Rafael Toribio, miembros por el país en la Comisión Centroamericana del Programa de Promoción de la Reforma Educativa en América Latina y el Caribe (PREAL), en una exposición hecha ayer aquí, donde analizaron el progreso educativo de Centroamérica y República Dominicana.
La exposición tuvo como escenario el auditorio del Centro de Tecnología y Educación Permanente de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, llegándose a la conclusión de que todavía falta mucho por hacer, para que República Dominicana tenga una educación de calidad.
El informe, suscrito por una comisión de representantes de siete países encuestados, puntualiza cómo escuelas públicas de baja calidad no les transmiten a los estudiantes las habilidades necesarias para escapar de la pobreza, o para contribuir productivamente como trabajadores y ciudadanos.
Yunén y Toribio consideraron que, pese a los “pasos prometedores” que en los últimos años Centroamérica y República Dominicana han realizado en áreas cardinales del sistema educativo, los resultados han sido insuficientes y desiguales, lo que está establecido en el tercer informa de progreso educativo de esa parte del continente.
Tras considerar que es necesario moverse con mayor rapidez para enfrentar esos problemas, los expertos que presentaron el estudio establecieron que “hay necesidad de implementar reformas profundas y amplias, para superar nuestras desventajas y alcanzar los niveles de los países desarrollados”.
Entre las medidas que, de acuerdo a Yunén y Toribio deben ser implementadas, figuran el fortalecimiento de la profesión docente, mediante la introducción de esquemas innovadores de incentivos a aquellos maestros que logren buenos resultados de aprendizaje con todos los estudiantes, así como la implementación de estándares que señalen claramente qué es lo que los estudiantes deben saber y hacer.
De acuerdo al criterio de ambos, la razón por la que en Centroamérica y República Dominicana persisten grandes desigualdades es que todavía hay muchas personas que no saben leer ni escribir, lo que estimaron afecta negativamente a los más pobres y que, por ende, esa parte de la sociedad tiene menos posibilidades.
Aunque reconocieron que en los años recientes se han producido avances en los sistemas educativos, estimaron que no han sido suficientes para superar las inequidades educativas existentes en Centroamérica y República Dominicana “pues los más pobres siguen teniendo menores posibilidades de estudiar que los más ricos y estas diferencias son más profundas en la secundaria y en la postsecundaria”.
El informe plante la pertinencia de consolidar los sistemas nacionales de evaluación, participar en evaluaciones internacionales, dar apoyo técnico a las escuelas para que puedan fortalecer las prácticas pedagógicas y seguir apoyando los procesos de descentralización.
“Se trata de que, si bien el nivel de formación de los docentes ha mejorado en los últimos años, todavía cerca de una cuarta parte no cuenta con la formación mínima para enseñar en el nivel correspondiente y sus salarios no están vinculados a su asistencia a las clases ni al desempeño”, puntualizaron Yunén y Toribio.
Explicaron que el estudio refleja una preocupación por los avances parcos de Centroamérica y República Dominicana en los años recientes y que si esa situación no cambia “nuestro rezago con respecto a otras regiones seguirá aumentando y enfrentaremos desventajas crecientes ante un mundo globalizado y en permanente cambio”.
“Tampoco estaremos en condiciones de asumir los retos que nos plantea la suscripción del DR-CAFTA, acuerdo que requerirá no solo de importantes inversiones en fraestructura y el fortalecimiento de los sectores comercial y financiero, sino también en la educación de nuestros ciudadanos y el desarrollo de nuestra capacidad científica y tecnológica”, advirtieron Yunén y Toribio.